por ComputerHoy
9 de junio de 2025
Helen Toner, que fue parte de la junta directiva de OpenAI y ahora trabaja en un centro de investigación en Georgetown, parece que quiere dejar las cosas bastante claras con respecto a la inteligencia artificial.
De forma simple, considera que el verdadero riesgo para todos los humanos no es una invasión de robots, sino algo que está pasando demasiado desapercibido y es que, poco a poco, sin darnos cuenta, se está perdiendo control sobre decisiones importantes porque las máquinas las están tomando por nosotros.
Esta idea de "desempoderamiento gradual ante la IA" es esa cesión de responsabilidad a algo y, cuando te quieres dar cuenta, resulta que tú has perdido todas las capacidades para llevar a cabo esa actividad y sí, esta habla de decisiones que afectan tu trabajo, tu privacidad, tu acceso a servicios, y hasta la seguridad nacional.
El problema es que la IA se está metiendo en casi todo y ya ocupa un espacio, desde el filtro que decide qué anuncios ves en internet, hasta programas que revisan currículums para seleccionar candidatos, o sistemas que analizan si eres un buen cliente para un banco. Pero no hay reglas 100% claras que digan cómo deben funcionar, qué límites tienen o quién responde si algo sale mal.
Toner explica que están “haciendo todo sobre la marcha”, decidiendo en el camino qué riesgos aceptar y qué controles poner, mientras luchan por ser los primeros en el mercado.
El choque entre Estados Unidos y China, una batalla en la que el ganador se lo lleva todo
Esta batalla seguro que te suena de otros momentos en la historia como la carrera espacial, la llegada del 5G o incluso la guerra de los semiconductores. Ahora, la IA se ha convertido en el nuevo campo de batalla. Ambos países ven esta tecnología como clave para el futuro de la economía, la defensa nacional y la influencia global.
"Aunque recientemente han iniciado diálogos bilaterales sobre la inteligencia artificial, persiste aún una cierta desconfianza. La rivalidad tecnológica entre estas dos potencias puede llegar a obstaculizar que se dé la necesaria cooperación internacional para abordar los desafíos éticos y de seguridad que plantean estas tecnologías", comenta un experto en una entrevista para Computer Hoy.
Matt Sheehan, miembro del Carnegie Endowment for International Peace, deja una afirmación bastante preocupante: "Ambos países albergan profundas sospechas sobre las intenciones del otro".
"Existe una preocupación generalizada de que cualquier desaceleración en el desarrollo de la IA por motivos de seguridad podría dar una ventaja estratégica al adversario". Sheehan añade que "esta desconfianza mutua está destinada a arraigarse aún más con el tiempo".
Esto no es solo una cuestión de orgullo nacional; se trata de poder económico, militar y geopolítico. El problema es que todo esto tiene sus peligros. Expertos en IA han advertido que se podría perder el control sobre estas tecnologías si no se es cuidadoso. Un mal uso de la IA podría tener consecuencias graves para la salud humana y la sociedad en general.
El impacto en el trabajo, la IA ya está cambiando quién hace qué
Otra cara de esta revolución es el mercado laboral. No es un futuro que quede a años luz y la IA ya está reemplazando tareas que antes hacían personas, especialmente trabajos repetitivos y rutinarios en oficinas. Por ejemplo, tareas como redactar informes básicos, revisar documentos o responder correos pueden ser hechas por modelos de lenguaje en segundos.
Dario Amodei, CEO de Anthropic,, ha dicho, sin ir más lejos, que podríamos ver una reducción del 50% en empleos de nivel inicial en oficinas en cinco años. Toner cree que esas cifras son un poco exageradas, pero coincide en que la transformación ya está en marcha.
Esto significa que muchas personas que acaban de entrar al mercado laboral o que hacen trabajos administrativos podrían perder sus empleos o ver cómo cambian de la noche al día sus tareas. Y, como siempre, los más vulnerables son los que más sufren.
No todo es negativo y la exdirectiva de OpenAI también deja claro que la IA tiene un gran potencial para mejorar la ciencia y salvar vidas. Por ejemplo, en la medicina, la IA puede acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos o ayudar a diagnosticar enfermedades más rápido y mejor.
Desde luego, todo lo que comenta no es para alarmarnos sin más, sino para despertar, aunque sea un poco, la conciencia. La IA no es un enemigo, pero tampoco una solución que nazca de la nada y que sea totalmente blanca. Todo depende del uso y las intenciones de quienes la usan.
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Etiquetas: Inteligencia artificial, Trabajo, Estados Unidos, Software