por BioBioChile
2 de julio de 2025

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Según el Censo 2024, el 14% de chilenos supera los 65 años, lo que plantea desafíos sociales y sanitarios. Expertos de UST Temuco estudian el deterioro cognitivo en personas mayores y abogan por un enfoque preventivo e integral. Destacan la importancia de la actividad física, la estimulación cognitiva y la participación social para prevenir demencia y promover un envejecimiento saludable. Advierten sobre la soledad no deseada y proponen fortalecer vínculos sociales.
Según el último Censo 2024, el 14% de la población nacional supera los 65 años, un dato que alerta sobre los múltiples desafíos sociales y sanitarios que conlleva esta transición demográfica. Con esto, Chile se perfila como un país que envejece a paso firme.
El cambio demográfico no sólo transforma el perfil etario de la población, sino que plantea profundas preguntas sobre calidad de vida, salud mental y participación social en la vejez.
En este contexto, un equipo de académicos investigadores de la Universidad Santo Tomás (UST), sede Temuco, ha centrado su labor en estudiar y prevenir el deterioro cognitivo en personas mayores, una de las problemáticas más urgentes del envejecimiento.
Desde la Gerontología Clínica, la Kinesiología y la Terapia Ocupacional, coinciden en la necesidad de un enfoque preventivo e integral que no sólo trate síntomas, sino que promueva bienestar y autonomía en esta etapa de la vida.
¿Cómo evitar el deterioro cognitivo?
Frente a esta realidad, el fenómeno del envejecimiento adquiere una relevancia crítica desde una perspectiva poblacional. Norman López, doctor en Neurociencia y profesor titular de la UST, advirtió que “la baja natalidad y el aumento sostenido de adultos mayores están invirtiendo nuestra pirámide poblacional”.
Por este motivo, el especialista enfatizó que es urgente avanzar hacia un enfoque más integral y preventivo del envejecimiento, que considere tanto las políticas públicas como el entorno social y comunitario de las personas mayores.
“Envejecer bien no es solo una meta personal, sino una tarea colectiva. Prepararnos como sociedad para este cambio demográfico es clave para asegurar el bienestar de todas y todos”, señaló el médico especialista.
En este mismo sentido, la kinesióloga y doctora en Investigación Gerontológica, Carol Saldías, sugiere que “factores como la actividad física, el nivel educacional y la estimulación cognitiva pueden reducir el riesgo de demencia y otras afecciones neurocognitivas. Pero no basta con intervenir un área: el enfoque debe ser integral”.
Cuidar de la salud física y mental
Complementando esta mirada, Ignacio Pezoa, terapeuta ocupacional y magíster en Neurociencias, comentó sobre la importancia de la participación social activa como un factor protector frente al deterioro cognitivo.
“El aislamiento y la soledad afectan a cerca del 40% de las personas mayores en la región de La Araucanía, y esto incide directamente en su calidad de vida. Promover espacios de participación, relaciones significativas y actividades con propósito es clave para prevenir un envejecimiento patológico”, indicó Pezoa.
Respecto a este enfoque, el académico Patricio Torres, académico investigador de Terapia Ocupacional de la UST Temuco, destaca la relevancia de la actividad física y los vínculos sociales como pilares de un envejecimiento saludable.
“La soledad no deseada es una de las principales amenazas para la salud cognitiva de las personas mayores. Se asocia a mayores niveles de estrés, alteraciones del sueño, disminución de la inmunidad y un incremento en los riesgos de accidentes vasculares”, advirtió.
En este sentido, Torres propone fortalecer espacios como clubes deportivos, talleres comunitarios o actividades recreativas que promuevan el encuentro y la participación activa.
“Vivir más es también un desafío social que requiere actuar desde temprano, generando redes significativas que acompañen a las personas a lo largo de toda la vida”, concluyó.
Consejos para cuidar la salud cerebral
Estimulación mental y cognitiva:
– Aprender cosas nuevas de forma constante.
– Leer libros, jugar juegos de memoria y realizar ejercicios mentales.
– Participar en talleres de aprendizaje (idiomas, manualidades, jardinería, etc.).Vida social y actividades con sentido
– Mantener una vida social activa: visitar amigos, participar en grupos o talleres comunitarios.
– Realizar actividades con propósito que motiven y den satisfacción al paciente.
– Fomentar redes sociales significativas desde joven.
– Evitar y actuar frente a la soledad no deseada.Actividad física regular
– Caminar, bailar o hacer ejercicios de bajo impacto de forma regular.
– Participar en actividades físicas grupales para ejercitar cuerpo y mente.Cuidado de la salud física
– Controlar enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y pérdida auditiva.
– Realizar chequeos médicos anuales como el EMPAM.
– No automedicarse.