por IGN España
23 de junio de 2025

Gears of War: Reloaded prepara su llegada a Xbox, PS5, PC y Game Pass el próximo 26 de agosto. Mientras volvemos a afinar nuestra gnasher y echamos gasofa a la sierra del lancer, hemos podido disfrutar de una beta en dos fases en la que The Coalition y Sumo Digital han mostrado algunos de sus modos multijugador. Un regreso a tiempos mejores con modos terriblemente frenéticos que, por primera vez, podremos disfrutar en una consola Playstation.
Sera, más potente que nunca
Tras casi dos décadas de Gears of War, el mundo de Sera muestra su mejor cara con una actualización gráfica muy potente que permite disfrutar de una obra que ya en su momento fue puntera a todos los niveles. La solidez gráfica del primer capítulo de la saga disfruta de una actualización a las posibilidades tecnológicas actuales con una oferta de juego en consolas a 4K 60 FPS en campaña y 120 FPS en los modos multijugador. A pesar de que la versión probada en PS5 pierde algunas bondades como la compatibilidad con Dolby Vision de Xbox y PC, el HDR10 cumple de sobra para mostrar la mejor cara de unos mapas que llevamos casi veinte años disfrutando.

Quitando algunos problemas de conexión y caídas de servidor, que para eso son estas betas, Gears of War: Reloaded se ve ahora mejor que nunca gracias a un trabajo de mejora que se realiza sobre unos cimientos más que sólidos. Como fan de la saga desde la primera presentación, no puedo menos que alegrarme pensando en los millones de jugadores que van a descubrir por primera vez la historia de Marcus, Don y compañía. La solidez y contundencia de un título que llama la atención por su apariencia y su historia, pero que oculta tras ellas una jugabilidad a prueba de balas y un inteligente diseño de juego que atrapa desde el primer momento.
Frenético, trepidante y fluido
Pasando a lo importante, la beta de Gears of War: Reloaded me ha hecho sentir como si nunca hubiera soltado el lancer. La jugabilidad sigue siendo exactamente la misma, y aunque los recién iniciados en su mundo van a tener que practicar mucho para ponerse al día, el sistema de juego de Bleszinski sigue tan fresco y potente hoy como en el momento de su salida para Xbox 360 en 2006. El sistema de carrera y coberturas, los ataques a corta distancia con la sierra o la culata y la necesidad de cambiar de arma se unen a la recarga activa para crear una experiencia fluida. Dedicar unos momentos para preparar nuestra arma y planificar el ataque sigue siendo crucial si queremos conseguir que nuestros armarios enfundados en armadura sigan mostrando su sorprendente agilidad en batalla.

Básicamente, lo que hace Gears of War: Reloaded es recuperar el sistema de combate de su lanzamiento original y hacer que cada arma modifique el comportamiento de nuestro personaje en el enfrentamiento. Sí, como si de un cambio de build se tratara. A corta distancia, la escopeta gnasher funciona tan bien como la sierra de nuestro rifle lancer. La media distancia nos pide que usemos el rifle, mientras que a falta de un rifle de francotirador que deberemos buscar en el mapa, la pistola snub sigue funcionando de lujo para conseguir un headshot limpio. En un multijugador tan frenético, el tiempo de cambio de arma puede resultar letal, lo que hace que conocer nuestras tres armas iniciales sea tan importante como descubrir dónde se ocultan las armas 'especiales' en los distintos escenarios del multijugador.
Una apuesta segura por la competición
Gears of War: Reloaded no es un Call of Duty de escenarios enormes plagados de vehículos en los que establecer una gran estrategia de batalla campal. Su objetivo en la primera entrega era establecer enfrentamientos rápidos y descarnados, cada uno con sus propias reglas no escritas y destinados a un tipo de arma concreto. Duelo por Equipos en escenarios muy pequeños como Raven Derribado son carne de gnasher, enfrentamientos de escopeta contra escopeta a sangre fría en distancias muy cortas. Un cara a cara en el que una bomba de humo acompañada del sonido de la sierra de nuestro lancer al arrancar es más que suficiente para escuchar aullar al rival a través de los auriculares.

Una vez más, jugar solo con jugadores desconocidos o en equipo con amigos de siempre conectados por chat de voz marca una diferencia importante, pero esto no significa que no pueda disfrutarse 'en solitario' de una experiencia de Rey de la Colina en mapas más extensos como Máquina de Guerra aprovechando el dropeo del rifle francotirador. Canales, con su diseño estrecho y alargado, es ideal para el modo Ejecución, que pudimos volver a disfrutar en la beta del segundo fin de semana. Una apuesta por la espectacularidad que ofrece distintas formas de juego para distintos tipos de jugadores, todas ellas encaminadas a conseguir partidas cortas y frenéticas en las que la adrenalina fluye de forma intensa.
Cosas por mejorar
Tras dos fines de semana de juego, no todo ha funcionado del todo bien, aunque como decía antes, para eso están estas betas. Por un lado, los problemillas de servidores -especialmente durante el primer fin de semana- se han unido a un emparejamiento en ocasiones lento que hacía esperar para poder empezar la partida. Siguiendo con el matchmaking, el sistema encargado de emparejar los equipos no parece el más brillante del mundo: equipos de cuatro jugadores de nivel 25 o más enfrentándose a grupos de novatos nivel 1 o 2 y machacándolos como a hormigas ha sido la tónica habitual en un segundo fin de semana. Una situación que he vivido desde ambos lados y me ha parecido indeseable en los dos casos. Por último, el crossplay es interesante para jugar con amigos, pero sigue siendo un problema cuando aparecen jugadores de PC emulando a la glitch de Rompe Ralph.

Respecto a los contenidos, es cierto que Microsoft ha escuchado y ha añadido más modos y más mapas para este segundo fin de semana de beta, pero sigue quedándose algo corto tras el espectacular trabajo que realizaron con Gears 5. Se ha echado en falta un modo cooperativo parecido a Escape o un modo Horda que, esperemos, llegue al primer capítulo junto al cooperativo de campaña disponible en la saga desde el primer Gears of War.
Ganas de que llegue al mercado
Quitando estas quejas, la beta de Gears of war: Reloaded ha funcionado de lujo en lo que tenía que funcionar, demostrando que se ve mejor que nunca sin renunciar a la personalidad a prueba de bombas de una saga que, hasta ahora, ha sido estandarte de la marca Xbox. La jugabilidad en PS5 no tiene nada que envidar a la de la máquina de Microsoft, lo que no deja de ser un motivo de alegría pensando en las legiones de nuevos fans que van a poder vivir de primera mano el inicio de una de las mejores sagas del catálogo del videojuego actual. Es cierto que tras casi dos décadas jugando con el mando Xbox me ha resultado 'raro' tener los sticks al mismo nivel y que esto seguramente haga que me decante por la versión del juego en Xbox cuando toque vérmelas con la campaña, pero es un detalle menor que los usuarios de Playstation ni siquiera notarán.
Mandos y dolbys a un lado, parece que Gears of War: Remastered va a cumplir lo prometido y viene una vez más sacando músculo mientras esperamos la llegada de Gears of War E-Day el próximo año 2026. Una nueva entrega que nos llevará a vivir de primera mano los acontecimientos que rodearon a la aparición de los 'boquetes' el día de la Emergencia que pinta a jugosa y que, sin duda, saldrá también en todas las plataformas. Mientras esperamos su lanzamiento, y la llegada de la Campaña de este Gears of War: Reloaded, sólo queda por soñar con ver la saga completa en su versión Reload llegar a Xbox y PS5 -sí, Gears 5 ya está mejorado en Series, pero ya me entendéis- para que así podamos disfrutar todos de una saga que va a ver revitalizado su multijugador mientras alista a legiones de nuevos Gears por todo el planeta.