por IGN España

23 de junio de 2025

Aragorn está en su momento más vulnerable cuando Elrond aparece por sorpresa en su tienda. El elfo trae consigo una reliquia reforjada, una espada que nace de los fragmentos de Narsil y que solo el legítimo rey de Gondor tiene el poder para empuñarla: Andúril, la llama del oeste. Esa escena siempre ha sido una de mis favoritas en las películas, ya que es el momento en el que Aragorn recobra la esperanza, y parece aceptar por fin su destino. Sin embargo, hay algo que me descolocó bastante cuando la vi por primera vez.

Elrond pronuncia unas palabras que provocan una reacción instantánea en el rostro de Aragorn. "linnod Ónen i-Estel Edain" dice el elfo. "Ú-chebin estel anim", contesta el hombre. Traducido a la lengua común, la frase dice: "Le entrego esperanza a los Dúnedain, no albergo ninguna para mí". En las adaptaciones no tenemos contexto sobre qué significa esta frase, y hay que conocer bien el pasado de Aragorn para darse cuenta de lo importante que es. Lo que escuchamos son las últimas palabras de la madre de Aragorn, Gilraen, pero eso no es lo más increíble.

La última esperanza para los hombres de la Tierra Media

La clave está en la palabra "esperanza" (estel en élfico), ya que no es un sustantivo cualquiera en esa frase. Es, en realidad, el nombre de Aragorn. Muchos saben que Aragorn creció en Rivendel, bajo la tutela de Elrond, pero allí no era conocido por el nombre que Aragorn, o "Trancos". Elrond lo bautizó como Estel, en referencia a su destino para convertirse en rey de Gondor. Una última "esperanza" para los hombres de la Tierra Media.

Cuando Gilraen dice: "Le entrego la esperanza a los Dúnedain", en realidad está diciendo "Le entrego a mi hijo a los Dúnedain". Sabiendo esto, sus palabras cobran muchísimo más significado, y no sorprende que Aragorn reaccione como lo hace al escucharlas. Elrond se nos pinta como un gran pesimista en las películas, pero fue él desde el primer momento el que creyó en Aragorn y en su destino. Cuando Aragorn escucha las palabras de su madre, y empuña la heredera de la espada que cortó el Anillo, abraza por fin su verdadero destino.