por Cooperativa.cl
4 de agosto de 2025
Tras más de una década de espera, la legislación prioriza las necesidades y el derecho a vivir en familia de los niños, dejando atrás el enfoque en adultos.
La nueva normativa optimiza los tiempos de tramitación a un máximo de 12 meses y elimina la rígida lista de prelación para familias adoptivas.
Chile dio un paso fundamental en la protección de su infancia con la promulgación de la nueva Ley de Adopción, una reforma esperada por más de 12 años que busca saldar una deuda con la infancia por parte del Estado.
Esta legislación marca un giro significativo desde un enfoque centrado en los requisitos de los adultos hacia una prioridad en las necesidades y el derecho a vivir en familia de los niños y niñas.
"El cambio más importante en términos del tipo de discusión que se dio fue una voluntad de poder llegar a los acuerdos básicos que permitieran hacer un giro en la discusión, desde los requisitos de los adultos hacia entender mejor cuáles son las necesidades de los niños y centrar la conversación en el derecho a vivir en familia", explicó este lunes en Cooperativa la subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva.
Uno de los cambios más importantes radica en la optimización de los tiempos de tramitación. La ley anterior, que dividía el proceso en pasos sucesivos y prolongaba la espera hasta "promedios de 3, 4 años del proceso completo", ha sido reemplazada.
Ahora, los dos procesos principales (declaratoria de adoptabilidad y adopción) se fusionan, y se establecen plazos máximos definidos: "un plazo máximo de 12 meses para determinar el para terminar el proceso, salvo en aquellos casos de máxima gravedad o de algunas dificultades que podría prolongarse eso hasta 18 meses y nada más", detalló la autoridad.
Revinculación familiar y búsqueda de orígenes
La reforma también aborda la revinculación familiar y la búsqueda de orígenes, procesos que en el pasado podían ralentizar indefinidamente la adopción. La nueva ley establece plazos acotados para la revinculación con la familia de origen.
Crucialmente, la búsqueda de orígenes (identificación de parientes biológicos) ahora se inicia "desde el momento en que el niño es separado de su familia de origen". Esto previene la aparición tardía de parientes que podían detener el proceso.
"La búsqueda de orígenes hoy día hace desde el día uno con la ley nueva", afirmó Silva, destacando que esto “va a significar acompañar al niño, viendo cuáles son sus características y buscando los orígenes y los potenciales familiares desde el principio, con un plazo acotado".
“Eso tendría que reducir todos los tiempos que hoy tenemos en términos de encontrar a alguien a última hora”, puntualizó en Cooperativa.
Lista de prelación rígida
Un avance fundamental es la eliminación de la lista de prelación rígida para las familias adoptivas. Anteriormente, existía un orden estricto ("primero los matrimonios chilenos, luego los matrimonios extranjeros, luego las personas solteras", entre otros).
En la nueva normativa "no existe esa prelación rígida, sino que hay un procedimiento para encontrar a la familia que sea más adecuada y más pertinente para cada niño en particular." Esto abre la puerta a que "cualquier persona y cualquier familia que quiera postular" pueda hacerlo, incluyendo parejas del mismo sexo, siempre que "pasen las evaluaciones en términos de su motivación, sus características y sus condiciones y hacen un buen enlace con el niño, no hay problema".
La subsecretaria enfatizó que "lo que más importa aquí es que haya el mejor enlace entre ese niño en particular y la familia que lo va a adoptar".
Esta evaluación psicosocial que determinará la idoneidad será ahora gratuita, eliminando una barrera económica previa, ya que "muchas veces tenía que pagarse" en el pasado.
Familias de acogida y derechos de los niños
La ley introduce una modificación trascendental para las familias de acogida. Históricamente, existía "una incompatibilidad entre ser familia de acogida y padre adoptivo de ese mismo niño". La nueva ley elimina esta barrera de incompatibilidad.
"Lo que hace esta reforma es abrir la posibilidad de forma excepcional que las familias de acogida tengan prioridad con ese niño", valoró la autoridad.
La subsecretaria calificó esto como "un tremendo cambio y muy relevante para niños que no son guagüitas", que ya han formado vínculos significativos.
Además, la ley reconoce y fortalece el derecho de los niños a ser oídos durante el proceso de adopción, lo que se denomina "autonomía progresiva". Según su nivel de desarrollo, "el juez tiene la obligación de escuchar lo que el niño tiene que decir, tomando todas las precauciones, verdad, de una entrevista privada, con todas las confidencialidades que corresponden", explicó Verónica Silva.
También se les otorgará el derecho a contar con representación jurídica propia (un abogado) para garantizar sus intereses sean debidamente considerados y protegidos a lo largo de todo el proceso.
Nueva ley tendrá un impacto de "alrededor de mil niños anuales"
La subsecretaria Silva destacó que, si bien el número de adopciones anuales se ha mantenido en un promedio de "entre 230 y 280 adopciones anuales", con la nueva ley se espera duplicar esta cifra, proyectando un impacto "alrededor de mil niños anuales" con esta ley.
Asimismo, señaló a Cooperativa un aumento reciente de ingresos de "guagüitas recién nacidas y de menos de un año que están ingresando con medidas de protección a residencias y a familias de acogida", una situación "que no veíamos hace muchos años".
Atribuyó este fenómeno principalmente a la "drogadicción de las madres", que lleva a que "un número importante de niños que nacen con síndrome de deprivación fetal" ingresen al sistema.
La implementación de la ley Aunque la ley ya fue promulgada, su plena vigencia dependerá de la aprobación de los reglamentos asociados. La subsecretaria aseguró que "hemos tomado la decisión como gobierno de acelerar todos los reglamentos."