Un nuevo giro dio durante la jornada de este viernes 18 de julio el caso del sicario que participó en el homicidio del “Rey de Meiggs” en Ñuñoa, luego que Carabineros revelara que su nombre real -con el cual se hizo conocido públicamente-, nunca fue Osmar Ferrer Ramírez.
Sí, porque de acuerdo a lo indicado por las autoridades, la verdadera identidad del sujeto que salió de prisión preventiva horas después de haber quedado preso -a través de un documento que fue enviado por error a Gendarmería-, es Carlos Alberto Mejía Hernández.
La verdadera identidad del sicario
De acuerdo a lo indicado por Carabineros, cuando se detuvo al sicario, se logró determinar que usaba un alias, con el cual se hizo conocido incluso en el edificio donde vivía, y que fue confundido con su real identidad hasta en la formalización en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago.
“En el momento que Carabineros de los 0S9 detuvo el sicario, el cual estaba en calidad de irregular en el país, pudo establecer por diversas diligencias que en todos lados se había identificado como Osmar Alexander Ferrer Ramírez, inclusive en conserjería del edificio donde vivía, además de otros lugares y personas que lo conocían”.
Sin embargo, aclararon que la verdadera identidad de Osmar Ferrer quedó establecida cuando se cotejaron las huellas dactilares y se enviaron a Interpol.
“Al ser detenido se le tomaron las huellas y se enviaron a la Interpol por medio de la PDI, logrando establecer que su verdadera identidad es Carlos Alberto Mejía Hernández”, apuntaron.
Además, se mostró la fotografía de un tatuaje "en el dorso de su mano derecha con el rostro del dios mitológico Zeus”.
Hasta el momento, Carlos Mejía se mantiene prófugo, siendo intensamente buscado por las policías para que regrese a prisión preventiva.