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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En Aceh, Indonesia, dos hombres fueron castigados relaciones homosexuales, el castigo fue reducido de 80 azotes tras cuatro meses de detención. Ocho personas más recibieron azotes por "crímenes" como adulterio y juegos de azar. La vara usada fue de ratán. Amnistía Internacional criticó duramente el acto, calificándolo de discriminación y crueldad.

Dos hombres recibieron 80 azotes en público, luego de ser declarados culpables de mantener relaciones en Aceh, provincia de Indonesia. Bajo la justificación de un tribunal que aplica una estricta ley islámica.

La pena inicial para ambos era de 80 latigazos. Sin embargo, tras haber cumplido cuatro meses de detención, la condena fue reducida cuatro golpes. A diferencia del resto del territorio indonesio, Aceh es la única provincia en la que las relaciones sexuales son ilegales.

De hecho, la condena fue recibida junto a otras ocho personas que también fueron castigadas físicamente, aunque por otros “crímenes”, tales como tener relaciones sexuales por fuera del matrimonio, estar en contacto cercano con personas del sexo opuesto y participar de juegos de azar en línea.

La vara que se usó para los azotes era de ratán, un material natural y resistente que se obtiene a partir de las palmas de un tipo de arbusto que crece en los trópicos.

El hecho se originó luego de que, durante el mes de abril, la policía local encontrara a ambos hombres dentro de un baño público, según informó Roslina A. Djalil, jefa de aplicación de la ley de sharia, a la prensa. En esta línea, señaló que “un miembro del público vio personas sospechosas y lo denunció”.

Hombres recibieron 80 azotes

El castigo recibió duras críticas por parte de Amnistía Internacional, desde donde la directora regional de investigación, Montse Ferrer, sostuvo: “Esta flagelación pública de dos jóvenes, en virtud del Código Penal Islámico de Aceh, por mantener relaciones sexuales consentidas, constituye un acto alarmante de discriminación y crueldad sancionado por el Estado”.

En esta línea, agregó que se trata de un “horrible recordatorio del estigma institucionalizado y el abuso que enfrentan las personas LGBTQ+ en Aceh”.

Para cerrar, Ferrer manifestó: ‘Hacemos un llamado a las autoridades del gobierno central de Aceh y de Indonesia para que detengan de inmediato estas prácticas degradantes y deroguen todas las ordenanzas discriminatorias que permiten tales violaciones.

Los azotes con varas siguen siendo un castigo habitual en Aceh, Indonesia, donde cuentan con amplio respaldo popular como sanción para delitos como el adulterio, el consumo de alcohol o la homosexualidad. La aplicación de estas penas se ampara en la ley religiosa adoptada en 2001, tras la concesión de una autonomía especial a la provincia en el marco de un acuerdo con Yakarta para contener la insurgencia separatista.

En febrero pasado, dos hombres de 24 y 18 años fueron castigados públicamente con múltiples azotes por mantener una relación homosexual. Se trató de la cuarta vez que una persona fue flagelada en Aceh por su orientación sexual, lo que despertó la atención de organizaciones de derechos humanos.