por 24Horas
11 de agosto de 2025
La NASA quiere adelantarse a China en la nueva carrera espacial y ha decidido acelerar la construcción de un reactor nuclear en la Luna, pieza clave para abastecer de energía a una futura base permanente. La medida fue confirmada por el administrador interino de la agencia y secretario de Transporte de EE.UU., Sean Duffy, a través de dos directivas internas filtradas a medios estadounidenses.
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El plan incluye lanzar licitaciones en 60 días y adjudicar al menos dos contratos para un reactor capaz de generar 100 kilovatios de energía eléctrica continua, suficiente para abastecer unas 80 viviendas en EE.UU. La meta es tenerlo operativo en poco más de cinco años, un salto respecto a los prototipos de 40 kW desarrollados desde 2022.
“Estamos en una carrera a la Luna contra China. Para tener una base, necesitamos energía confiable. Es hora de dejar de estudiarlo y hacerlo realidad”, afirmó Duffy.
Competencia y riesgos geopolíticos
Según el documento, el objetivo es adelantarse a los planes de China y Rusia de construir una base lunar conjunta con su propio reactor nuclear a mediados de la próxima década. Si se concretara, advierte la NASA, podrían establecer una “zona de exclusión” que limitaría la capacidad estadounidense de operar en el satélite.
La apuesta por la energía de fisión en superficie (FSP) responde a un desafío técnico: el ciclo día-noche de la Luna, con 14 días de luz y 14 de oscuridad, impide depender únicamente de energía solar.
Críticas desde la ciencia chilena
El anuncio provocó preocupación entre destacados científicos. En Chile, por ejemplo, los Premios Nacionales de Ciencias Exactas, María Teresa Ruiz (1997) y José Maza (1999), advirtieron sobre los riesgos técnicos y las implicancias éticas. De hecho, para Ruiz, la discusión no es técnica, sino moral:
“Es posible instalar un reactor nuclear, pero el tema es si se debe. Proponer llevar algo contaminante a la Luna me parece una barbaridad”.
La astrónoma cuestionó que se recurra a tecnología nuclear sin antes agotar opciones de energías limpias desarrolladas en la Tierra:
“Es algo inmoral y muy lamentable que, en tiempos en que no se respetan tratados, cualquier cosa parezca permitida”.
Maza, en tanto, reconoce la utilidad de un reactor para sostener operaciones en una base permanente en la Luna, pero advierte que el mayor riesgo está en el alunizaje:
“El reactor nuclear lo van a armar ciertamente en la Tierra y lo van a llevar, pero lo tienen que dejar caer en el fondo, lo tienen que posar en la superficie lunar y eso es una maniobra que no es trivial. Muchas naves han fracasado al tratar de posarse suavemente en la Luna. Sería una catástrofe que el reactor nuclear se rompiera porque cayó violentamente sobre la superficie lunar", sentencia.
Una carrera que apunta a Marte
Para el astrónomo, este reactor es parte de una competencia mayor: la carrera entre EE.UU. y China por llegar a Marte. En ese contexto, teme que la prisa por ganar ventaja acelere proyectos de alto riesgo y abra nuevas interrogantes sobre la responsabilidad humana en la exploración espacial.