27 de mayo de 2025
Durante todos estos años, comprar una Smart TV que no contase con un sistema operativo como Android TV o Fire TV significaba tener una tele congelada en el tiempo. Samsung con Tizen y LG con webOS mantenían una política de actualizaciones que, siendo generosos, podríamos calificar de conservadora: parches de seguridad ocasionales y poco más. Las nuevas funciones quedaban reservadas para los modelos más recientes, obligando a los usuarios a renovar su televisor o recurrir a dongles externos para seguir disfrutando de las últimas novedades.
Esta situación ha cambiado radicalmente, y no por casualidad. Ambas compañías han tenido buenos referentes en los que fijarse para entender que las actualizaciones sostenidas en el tiempo no solo son posibles, sino que representan un valor añadido que ayudan a que el consumidor no tenga la percepción de que su tele se ha quedado anticuada.
Grandes ejemplos en los que fijarse
Algunos ejemplos de buena praxis los tenemos recientes: NVIDIA ha demostrado durante más de una década que mantener un producto actualizado es viable y rentable. Su Shield TV continúa recibiendo actualizaciones importantes tras diez años en el mercado, estableciendo un estándar que parecía inalcanzable para otros fabricantes.

Apple, por su parte, también ha seguido una filosofía similar con su Apple TV, donde modelos con una década de antigüedad, como es el caso del Apple TV HD, siguen recibiendo las últimas versiones de tvOS, incluyendo funciones avanzadas como InSight para obtener información contextual de lo que estamos viendo en el momento o modos para mejorar la claridad de los diálogos.
Por otra parte, como es habitual ya, Android TV / Google TV y Fire TV con su sistema Fire OS también se han actualizado durante todos estos años con grandes añadidos en sus dispositivos. También hay que tener en cuenta que aquí hablamos de dongles y de dispositivos externos y no del propio software de las Smart TVs, pero que la buena práctica sigue estando.
Estos casos son solo algunas pruebas de que la obsolescencia programada en el software no es inevitable, y que las empresas pueden seguir sacando partido de ello con un enfoque dirigido al software, más que a la propia venta de televisores. Esto, como se ha demostrado, ha tenido consecuencias directas en la estrategia de los grandes fabricantes de televisores, entre ellos LG y Samsung, que sus teles no admitían grandes actualizaciones más que la que incluían sus teles inicialmente.

LG y Samsung ya ofrecen actualizaciones importantes gratuitas en sus teles
LG anunció el año pasado que determinados modelos recibirían hasta cinco años de actualizaciones de webOS. No se trata de simples parches, sino de versiones completas del sistema operativo que incorporan nuevas funcionalidades. Los televisores LG Z2, C2, G2 y algunos modelos QNED de 2022 empezaron a recibir webOS 23, marcando un precedente histórico en la compañía.

Por primera vez, comprar un televisor de LG no significa quedarse atascado en una versión específica de webOS durante toda la vida útil del aparato, más alla de las actualizaciones de seguridad y soluciones de problemas. De esta manera, los usuarios pueden acceder a nuevas aplicaciones, mejoras generales y funciones que antes estaban reservadas exclusivamente para los modelos más recientes.
Samsung tampoco se quedó atrás en su apuesta y también decidió optar por una estrategia similar en sus Smart TVs. La compañía confirmó que ofrecería hasta siete años de actualizaciones gratuitas para sus televisores con Tizen OS, aplicando esta política a muchos modelos de 2024 y algunos de 2023. Es un compromiso que va más allá del de LG si nos fijamos en la escala en años, aunque el número de actualizaciones importantes sea similar.

Yong Seok-woo, presidente de Samsung Visual Display, ya aseguraba en su momento que esta estrategia formaba parte de su plan para ampliar la diferencia competitiva frente a otros fabricantes, especialmente los chinos, que han ganado terreno en los últimos años.
Una revolución silenciosa pero necesaria
El cambio también responde a una realidad del mercado: los usuarios recurren cada vez más a dispositivos externos como Chromecast, Fire TV o Apple TV para compensar las limitaciones de los sistemas operativos propietarios. Al ofrecer actualizaciones sostenidas, tanto Samsung como LG buscan mantener la relevancia de sus plataformas nativas.

Esta nueva estrategia también plantea interrogantes interesantes sobre el futuro de la industria. Y es que si el software se mantiene actualizado durante años, los fabricantes tendrán que encontrar otros argumentos para justificar la renovación de televisores. Las mejoras en paneles, procesadores de imagen y tecnologías de visualización adquirirán mayor importancia si el sistema operativo ya no es un factor limitante.
Por suerte, cada año que pasa nos encontramos con paneles cada vez más eficientes y con una calidad de imagen superior. Lo han demostrado la última generación de paneles QD-OLED de Samsung o los Primary RGB Tandem con tecnología OLED de LG, así como el resto de grandes propuestas en torno a la tecnología MiniLED y futuros avances.
Imagen de portada | Xataka
En Xataka Smart Home | El consumo de una Smart TV se dispara cuando crecen: comparamos modelos OLED y LCD de entre 55" y 85"
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La noticia
Samsung y LG han hecho algo que parecía imposible con las actualizaciones de sus Smart TV. Tenían buen espejo en el que mirarse
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Antonio Vallejo
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