por BioBioChile
9 de junio de 2025

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó a Los Ángeles como una ciudad "invadida por inmigrantes ilegales y criminales", provocando protestas tras redadas migratorias. Trump ordenó desplegar 2.000 efectivos de la Guardia Nacional y militarizar la ciudad. Esta medida omitió al gobernador de California, Gavin Newsom, generando tensiones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió este domingo a Los Ángeles como una ciudad “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales” y aseguró que las protestas desatadas en respuesta a las redadas masivas de migrantes “fortalecen” su determinación de deportar.
“Estos disturbios sin ley solo fortalecen nuestra determinación. Estoy ordenando a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; al secretario de Defensa, Pete Hegseth; y a la fiscal general, Pam Bondi (…) que tomen todas las medidas necesarias para liberar a Los Ángeles de la invasión de inmigrantes y poner fin a estos disturbios de inmigrantes”, escribió el mandatario en Truth Social.
Los comentarios de Trump llegan en el tercer día consecutivo de protestas en la ciudad de Los Ángeles, después de que el viernes el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) realizara al menos siete redadas migratorias.
En respuesta a las manifestaciones desatadas, Trump ordenó el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional y este domingo algunos de estos militares fueron desplegados frente al edificio federal, ubicado en el centro de Los Ángeles.
La orden del presidente se ejecutó amparada en una controvertida disposición federal que pasó por alto al gobernador de California, Gavin Newsom, en un hecho sin precedentes en los últimos 60 años.
Tanto Newsom, como la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, han hecho un llamado a la comunidad californiana a ejercer su derecho a protestar de forma pacífica.
“No le den a Trump lo que quiere”, escribió Newsom en sus redes sociales.
Las protestas realizadas este domingo derivaron en enfrentamientos entre manifestantes y agentes de la Policía local (LAPD), que calificaron la manifestación como una “asamblea ilegal”, para poder dispersar a las multitudes, aunque no se han informado de arrestos.