por ComputerHoy
26 de mayo de 2025
Tu móvil sabe casi todo de ti: dónde estás, con quién hablas, qué buscas, qué escribes y hasta a qué hora te conectas. No es una exageración, es una realidad que forma parte de tu día a día y que has asumido sin pensar demasiado en las consecuencias.
No se trata de vivir con miedo ni de desconfiar de cada aplicación, pero sí de ser consciente de que cualquier dispositivo conectado a Internet corre riesgo. Y lo que está en juego no es solo tu privacidad, sino también tu seguridad, así como toda la información que compartes sin darte cuenta.
Por eso, los profesionales que trabajan con datos sensibles aplican ciertas medidas que, aunque parezcan exageradas, son muy eficaces. No hablamos de soluciones inalcanzables, sino de hábitos que puedes adoptar tú también con el mismo móvil que usas todos los días.
Una de esas prácticas, de hecho, es tan simple que sorprende que no lo hayas hecho antes. No requiere ninguna app ni conocimientos, y es habitual entre miembros de servicios de inteligencia, políticos o periodistas de investigación para evitar que los espíen.
Señales de que te podrían estar espiando el móvil
Los móviles se han convertido en uno de los objetivos preferidos de los piratas informáticos, por lo que no necesitas tener información clasificada para ser un objetivo. Basta con que accedan al micrófono, a la cámara o a tus archivos para que tu equipo se convierta en una herramienta de vigilancia.
A menudo, eres tú quien facilita el acceso, sobre todo al aceptar permisos sin revisarlos, al descargar una app desde una página web no verificada o al dejar el móvil desbloqueado unos segundos de más. En contextos profesionales de alto riesgo, estas situaciones no se dejan al azar.
Es por esta razón que, quienes trabajan con información delicada adoptan hábitos que podrían parecer exagerados, pero que tienen todo el sentido del mundo si lo que está en juego es la seguridad y hay señales que deberías tomar en serio.
Por ejemplo, si el teléfono se calienta sin motivo alguno, si se apaga o reinicia solo, si notas que la batería dura mucho menos de lo habitual, si oyes ruidos extraños durante las llamadas o si aparecen apps que no has instalado, conviene sospechar, son situaciones de alerta que indican que algo no va bien en tu smartphone.
Lo que debes hacer si no quieres que espíen tu teléfono
La buena noticia es que no necesitas actuar como si estuvieras en una película de espías para proteger tu móvil. Hay hábitos sencillos que puedes llevar a cabo en tu día a día y que, sin ser complicados, reducen considerablemente los riesgos.
Revisar de vez en cuando qué permisos tienen tus apps —especialmente el acceso a la cámara, el micrófono y el GPS— es un paso básico. También deberías evitar instalar apps fuera de la tienda oficial, tener un buen código de bloqueo y activar el apagado automático de la pantalla.
Asimismo, actualizar el sistema operativo y las aplicaciones es vital, muchas veces esas actualizaciones corrigen fallos de seguridad que pueden ser explotados por ciberdelincuentes o estafadores.
Y si te preocupa que algo raro esté ocurriendo en tu móvil y sospechas que alguien te espía, en este caso puedes usar herramientas de análisis o antivirus que detecten comportamientos inusuales o actividad sospechosa en segundo plano.
Reiniciar tu móvil cada 24 horas: el truco sencillo que mejora tu seguridad
Puede parecer poca cosa, pero reiniciar el teléfono al menos una vez cada 24 horas es una práctica habitual entre agentes de inteligencia. No es un mito ni un truco viral, está documentado y se enseña como medida de protección básica en entornos gubernamentales.
¿Por qué funciona? Porque muchos programas espía, accesos remotos o conexiones ocultas necesitan mantenerse activos en segundo plano, pero al apagar y encender el dispositivo, esos procesos se interrumpen. Algunos se reactivan automáticamente, pero muchos no. Y con este gesto tan básico puedes evitar que se mantengan operativos sin tu conocimiento.
Si bien no es una solución infalible, ya que si alguien realmente quiere espiarte y tiene los medios para hacerlo, encontrará formas más sofisticadas. No obstante, sí es una forma eficaz de bloquear métodos comunes que, aunque no sean tan avanzados, siguen funcionando en entornos personales.
Puede que pienses que no tienes nada importante en el móvil, que nadie querría espiarte, pero ahí están tus mensajes, tus fotos, tus contraseñas, tus movimientos bancarios, tus redes sociales. Todo lo que usas a diario. ¿De verdad no hay nada que proteger?
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Etiquetas: Privacidad, seguridad
