por Hobby Consolas
17 de julio de 2025

Una comedia tan genuina como divertida con reparto femenino en estado de gracia y humor que juega al todo o nada del absurdo y la exageración.
El catálogo de HBO Max recupera el costumbrismo español, pero con una vuelta de tuerca mucho más enérgica, atrevida y, definitivamente, no apta para todos los gustos: Furia, la nueva serie de Félix Sabroso, ha atacado la plataforma con el mismo descaro que sus protagonistas.
Furia es la que representa el plantel femenino de artistas que, episodio por episodio en una estructura casi tarantiniana, dan rienda suelta a la respuesta más visceral y desesperada del ser humano. Aunque con un par de metros cúbicos menos de sangre, claro.
Carmen Machi, Candela Peña, Nathalie Poza, Pilar Castro y Cecilia Roth encarnan una respuesta tan exagerada y estridente como divertida ante un sistema que acaba dañándolas; y no siempre como una respuesta cósmica de justicia.
Mujeres en un ataque de nervios
Los ocho episodios de una media hora de duración que componen Furia seguirán a cada una de las protagonistas de la serie en ese tren que descarrilará en un desenlace de rabia desmedida en una comedia negra sin corsés, dispuesta a abrazar la exageración como seña de identidad.
Una serie que no tiene ningún miedo a ser absurda y que depende absolutamente de la capacidad tan exquisita de sus protagonistas para no caer en el cringe. Sabroso abraza esta vez una libertad creativa que sacude convenios más previsibles.
Marga (Carmen Machi) es una artista histriónica e insoportablemente esnob, Nat (Candela Peña) una dependienta de moda de grandes marcas encerrada en una vida de clase obrera, Vera (Pilar Castro) una desquiciada cocinera ante las críticas y la inseguridad, Adela (Nathalie Poza) es una madre a punto de la quiebra y el desahucio y Victoria (Cecilia Roth) una actriz olvidada.
Todas ellas acabarán confluyendo de una u otra forma en sus historias que acaban cogiendo un tono casi caricaturesco que el guión abraza sin cuartel, en un tono hermanado con el de Por qué matan las mujeres, pero más crudo y seco.
No quiere hacerte reflexionar, aunque inevitablemente cuele algún que otro mensaje. Y si ese es su objetivo, no es ni la mitad de eficaz que el evidente: hacerte reír. No es el ejemplo de la trascendencia y es una decisión sorprendentemente valiente e identitaria.
Porque si algo tiene Furia es identidad. Vas a amarla o vas a odiarla. Un humor que coquetea con la grosería, pero que se desnuda con inteligencia absurda para criticar al sistema, al esnobismo, el artificio y, en general, a nuestra propia estupidez de forma genuina.

Su principal debilidad también está en una de sus fortalezas: su estructura coral episódica. No todos los personajes tienen el mismo carisma, ni todos lucen con tanto brillo como la exquisita Nat de Candela Peña, ni tampoco su guión mantiene el imposible de no resultar repetitiva.
Es ágil, pero desigual. Y era inevitable, causa y consecuencia de su gran acierto y su peor error. Una estrategia que termina funcionando por esa idea permanente de que sus personajes femeninos no buscan agradar; son incómodos, insoportables a grandes ratos y también absolutamente brillantes.
Furia llega a HBO como una respuesta perfecta para cubrir el hueco entre la dramedia costumbrista y la sátira urbana, pero, especialmente, para apuntar a una modernidad femenina tan histriónica como divertida.
Una propuesta fresca y tan radiante como hipnóticamente bochornosa. Su papel está en manos de un plantel femenino liberado de corsés que la hacen divertida y carismática, ofreciendo identidad sin ataduras con la que echar unas risas absurdas sin exigir absolutamente nada.
VALORACIÓN:
Furia es una comedia negra genuina, divertida y descarada que apuesta por el exceso como motor narrativo, y cuyo reparto hace brillar con una energía que arrastra incluso cuando el guión y su estructura pierden fuelle.LO MEJOR:
Un reparto femenino que se lo pasa en grande sin temer al exceso con un objetivo que no busca complacer, sino liberar.LO PEOR:
La repetición de estructuras por episodio la vuelve irremediablemente irregular.76
Bueno