por Hobby Consolas
2 de julio de 2025

Fuentes internas desvelan el tumultuoso desarrollo de Battlefield 6, que ya acumula varios retrasos y está llevando a sus equipos al límite.
Battlefield 6, la nueva y ansiada entrega de la saga, sigue adelante con su desarrollo, compaginado con intensas pruebas y testeos en Battlefield Labs.
Será este verano cuando el juego se presente oficialmente, si bien la fecha que todos apuntaban, en junio, ha pasado sin tener nuevas noticias.
La expectación que rodea al sucesor de Battlefield 2042 es máxima; sin embargo, de puertas adentro se está produciendo un tumulto que ha lastrado la creación del juego.
Battlefield 6 tiene un coste multimillonario y problemas de crunch
El próximo título de la saga Battlefield, uno de los proyectos más ambiciosos en la historia reciente de Electronic Arts, atraviesa una compleja tormenta interna; tal y como desvela Ars Technica.
Según fuentes cercanas al desarrollo, el juego habría superado los 400 millones de dólares en presupuesto, una cifra que continúa escalando tras un año 2023 marcado por serios contratiempos.
Uno de los elementos críticos es la campaña. Tras el cierre de Ridgeline Games, el estudio originalmente encargado del componente narrativo, EA asignó el proyecto a tres equipos diferentes: DICE, Criterion y Motive.
Los desarrolladores descubrieron que el trabajo de Ridgeline era inservible. Se vieron obligados a rehacer la campaña desde cero, arrastrando un retraso de dos años respecto al resto del proyecto.
Hasta finales de la primavera de 2025, la campaña para un jugador seguía siendo el único componente que no había alcanzado la fase alfa, mientras el resto del juego lograba ese hito apenas en mayo, aunque no sin polémica.
Varias funciones clave no estaban completamente definidas al avanzar de fase. Según un exempleado, se dio la orden de seguir adelante con la producción sin cumplir los requisitos habituales, una decisión que podría derivar en problemas a largo plazo.
Además del caos organizativo, el ambiente laboral también se ha deteriorado. Algunos trabajadores que advirtieron sobre los riesgos fueron apartados de reuniones importantes, en lo que interpretan como represalias.
La presión por cumplir plazos en medio de esta inestabilidad ha desembocado en jornadas extendidas y un crunch constante, justo cuando EA prometía prácticas más sostenibles.
Con todo, Battlefield sigue en camino, pero su desarrollo se ha convertido en un campo de batalla que recuerda a los combates de la propia franquicia. Los jugadores serán quienes decidan si este esfuerzo vale la pena.
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