por Fayerwayer
17 de julio de 2025
Mientras los fans celebran el legado de Goku y sus “Kame hame has”, pocos recuerdan que el Dragon Ball de 1986 era un brebaje muy, muy atrevido por momentos: mechas poco sutiles de sexualidad infantil, estereotipos raciales y gags de dudoso gusto que hoy harían saltar las alarmas en cualquier sala de guion.
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1. Oolong y su “seguro de robo” de ropa interior
En cuanto apareció, Oolong dejó claro que no era un cerdito cualquiera: secuestraba mujeres, coleccionaba bragas y, para rematar, engañaba a su propia maestra con un disfraz de Bulma tras drogarlas con “Hierba Dormilona”.
El chiste de ver a un cerdito-ladrón correteando en ropa interior causó sus primeras y sonoras rechiflas.
2. El Maestro Roshi, ¿profesor… o gigoló encubierto?
Para ganarse un hueco en la Escuela Tortuga, Goku y Krilin recibieron una misión tan surrealista como incómoda: buscarle novias al viejo Roshi. Primero convencieron a una sirena, luego casi terminan con Launch viviendo en la Casa Kame.
Niños menores de diez años traficando con pretendientas para su sensei… argumento que, a día de hoy, daría pie a más de una queja.
3. Mr. Popo y el pintalabios… o la cara pintada de negro
Uno de los ejemplos más chocantes de los ‘80: el fiel ayudante del Guardián de la Tierra lucía piel oscura y labios rojos de forma caricaturesca, un estereotipo que en Occidente se asoció con el blackface y que obligó a muchos doblajes a repintar a Mr. Popo en azul y ajustar su imagen.
4. Bulma en modo “conejita Playboy”
Tras una ducha, Oolong le presta a Bulma el único disfraz limpio que encuentra: un conjunto de conejita al más puro estilo Playboy. El gag se estira durante varios episodios y culmina en el arco del Jefe Conejo: Bulma atrapada entre orejas y colas, y un plantel entero de conejos levantando más cejas que entusiastas fanáticos.
5. Goku y sus palmadas indiscretas
Recién llegado al mundo, Goku no sabe distinguir sexo sin “comprobar el terreno”. Así que, con la mejor intención, palmotea la ingle de Bulma, Milk y prácticamente cualquiera que pase por delante—un gesto de lo más invasivo que hoy haría saltar las alarmas de privacidad.
6. Ranfan y la táctica de la distracción… desnudándose
En el Torneo Mundial de las Artes Marciales, Ranfan decidió que la mejor forma de ganar era quitándose la ropa. Su desnudo parcial, combinado con un estilo marcial respetable, desató famosos abucheos: ¿arte marcial o striptease de campeonato?
7. Yamcha, el “espía” indiscreto
Con más nervios que un debutante, Yamcha y Puar acechan a sus compañeros, pero terminan espiando a Bulma en la ducha. La escena, presentada como comedia ligera, cayó como un tiro en la moderna sensibilidad hacia la privacidad.
8. Krilin, olfato… y narices sangrantes
En Baba la Adivina, Krilin huele el diamante de las bragas de Bulma para “comprobar que no era cristal” (sic), y el pobre Roshi acaba con una hemorragia nasal digna de novela gore. Un gag macabro que combinó desnudos infantiles y violencia cómica.
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A pesar de estos traspiés de guion y humor, el Dragon Ball original plantó la semilla de uno de los universos más poderosos del anime. Hoy sus páginas y episodios se ven con nostalgia… y un puntito de vergüenza ajena.