Clint Eastwood aceptó aparecer en Casper con una única condición: que Steven Spielberg también hiciera un cameo. Al final, Spielberg cumplió la promesa a medias.
El clásico familiar Casper, estrenado en 1995 y dirigido por Brad Silberling, tiene multitud de escenas icónicas que han pasado a la cultura popular. Pero hay una en concreto donde el personaje del Dr. James Harvey se mira al espejo y su rostro comienza a transformarse de forma cómica.
En esta secuencia aparecen Rodney Dangerfield, Mel Gibson y hasta Clint Eastwood. Y, aunque parezca increíble, todas estas apariciones fueron cameos reales grabados expresamente para la película.
Lo más curioso fue lo que ocurrió detrás de las cámaras con la participación de Clint Eastwood, porque, según contó el propio Silberling, el actor solo aceptó aparecer en la escena con una condición muy clara: participar en dicho cameo solo si Steven Spielberg también lo hacía.
En aquel momento, Steven Spielberg era productor ejecutivo de la película, y aceptó… pero luego hizo trampas.
“Me volví hacia Steven y le dije: ‘¿Cómo vamos a lograrlo?’ Y él respondió: ‘No te preocupes. Haré unas llamadas’”, explicó. “Volvió al set y me dijo: ‘Todo está arreglado. Tenemos a Mel, tenemos a Clint, tenemos a Rodney Dangerfield, y al Cryptkeeper. Tengo que hacerlo, pero nunca va a salir en la película’”.
El día de la grabación, Eastwood, Dangerfield, Gibson y Spielberg acudieron al set, todos se pusieron el mismo jersey y rodaron sus respectivas tomas para la secuencia del espejo. Eastwood fue el primero, y Spielberg fue el último.
Es decir, que Steven Spielberg cumplió su palabra a medias, dado que sí realizó dicha escena, quedando grabada, pero al final no la incluyó en el montaje final de la película.
Casper fue un éxito en taquilla, recaudando más de 288 millones de dólares a nivel mundial.
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