por Xataka Móvil
22 de junio de 2025
Cada vez utilizamos menos el dinero en efectivo y realmente tiene sentido. Nos han inundado de medios de pago digitales, es sencillísimo pagar con el móvil y el papel está poco a poco dejando de tener sentido. Hace poco, hablando con unos compañeros, me di cuenta de algo: hace meses que no piso un cajero automático para sacar efectivo.
Y me ha hecho replantearme mi relación con el dinero y, sobre todo, mi privacidad. Porque me resulta contradictorio que cada día intente poner puertas al mar y blindar, en la medida de lo posible, mi información y mis datos, pero no esté aplicando el mismo criterio con el dinero.
La comodidad de no contar monedas y la ventaja de controlar mis finanzas
Es evidente que es cómodo, muy cómodo, utilizar el móvil o el reloj para pagar. La gran mayoría de los dispositivos integran esta opción y nos ofrecen herramientas muy fáciles de usar y configurar. Desde Google Wallet o Apple Pay, incluso existen otras soluciones para los modelos que tienen algún tipo de restricción en este sentido, como Quicko que está empezando a llegar a los relojes de Huawei o Zepp Pay, basado en Curve, para algunos modelos de Amazfit.
Para hacer algún pago a un amigo, como muchos de vosotros, yo también utilizo Bizum, incluso soluciones como el futuro Bizum Pay me parecen muy interesantes. Andar contando monedas ya me parece que carece de sentido, pero más allá de la comodidad de pagar con un toque la cantidad exacta tengo otros motivos para apenas usar efectivo.

Pero, más allá de la comodidad, pagarlo todo con mi banco es mucho más seguro que llevar encima una cantidad más o menos grande de dinero. Incluso si algún ladrón se llevara mi cartera, bastaría con una llamada al banco para anular las tarjetas en ese mismo instante (o anularlas desde la app, si no se han llevado también el móvil), por lo que, al menos, no tendría que temer por eso.
Además, me ayuda a controlar mejor mis finanzas, poder revisar en cualquier momento cuánto he gastado y dónde. Este empezó siendo el motivo por el que poco a poco fui dejando atrás el efectivo y ahora veo muy difícil desaprender el camino andado y volver a utilizar un método más transparente, privado y sin rastro.
El efectivo siempre será mucho más privado
Me preocupa haberme dado cuenta que probablemente llevo meses sin pisar un cajero porque el poquísimo efectivo que suelo llevar encima me dura muchísimo. La comodidad, la seguridad y el mayor control sobre mis finanzas son los tres pilares por los que, casi sin darme cuenta, he dejado de usar billetes y monedas tradicionales para pagarlo todo con el móvil.
No me llama nada la atención la llegada de un Euro Digital, aunque en el fondo es algo bastante similar a lo que ya usamos. Me preocupa mi privacidad y me preocupa que todos mis movimientos económicos estén dejando un rastro que puede hacer que terceros conozcan perfectamente mis hábitos de consumo o incluso que se pueda “traficar” con mi información económica.
No es nada nuevo: muchas empresas ya lo hacen con nuestros datos de actividad en otros espacios. Por ejemplo, hace poco se habló del negocio de los datos de las apps de salud femenina. Ejemplos como este existen muchísimos.
Por no hablar de algo que vivimos hace poco, ese apagón de electricidad que sufrió España a finales de abril de 2025 y que me hizo darme cuenta que esos 20 euros que llevaba en la cartera me iban a solucionar más bien poco si no se restablecía pronto la electricidad.
Tengo claro que no voy a volver a pagarlo todo en efectivo pero, como en todo en la vida, en el equilibrio está la clave.
Imagen de portada | Generada con Gemini
En Xataka Móvil | Da igual que tú no hagas nada: por qué recibir un Bizum por error y no devolverlo puede salirte muy caro
En Xataka Móvil | Bizum ya traspasa las fronteras españolas: el Banco Santander permite recibir y enviar dinero de otros países
-
La noticia
Hace meses que no voy a un cajero automático. Y en el fondo es algo que me preocupa
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Noelia Hontoria
.