La nueva Xbox Ally X genera muchas dudas, pero hay un aspecto donde realmente puede brillar

La semana pasada, Microsoft presentó lo que todos sospechábamos que estaba por llegar: una Xbox portátil. Y aunque la ROG Xbox Ally X no es la verdadera "Xbox portátil" que probablemente algunos esperaban, tiene el potencial de llevar los juegos de PC portátiles a la corriente principal de una forma que no habíamos visto desde el lanzamiento de la Steam Deck en 2022.

No tengo ninguna duda de que la Xbox Ally X, con su SoC (sistema en chip) Z2 Extreme, será más que suficiente para ejecutar juegos AAA. Pero la verdadera estrella del espectáculo serán los juegos independientes menos exigentes que Microsoft añade discretamente a Game Pass cada mes, y ese podría ser el quid de la cuestión.

¿Poder limitado?

El AMD Z2 Extreme se anunció en el CES 2025. Sin embargo, seis meses después, todavía no hay ningún dispositivo portátil a la venta en las tiendas que funcione con este chip. Mientras tanto, la próxima Xbox Ally X no solo utiliza el Z2 Extreme, sino que utiliza el AMD Ryzen AI Z2 Extreme, que es básicamente lo mismo, pero con una NPU de 50 TOPs incorporada. Aún así, no tenemos ni idea de cómo funcionará realmente con los juegos, solo que al menos será más rápido que el Z1 Extreme.

Incluso con el rendimiento añadido, hay que moderar las expectativas, especialmente cuando se trata de juegos AAA con efectos gráficos de alta gama. La consola portátil de mayor rendimiento que he utilizado, la Lenovo Legion Go S con Z1 Extreme y SteamOS, sigue teniendo dificultades para ejecutar juegos como Cyberpunk 2077 con una configuración alta en su resolución nativa, y ese juego salió hace casi cinco años.

Cyberpunk es un caso un poco atípico, ya que sigue siendo capaz de llevar al límite incluso a la RTX 5090, pero a medida que los juegos se vuelven más exigentes en la gama alta, los requisitos del sistema no harán más que aumentar. Así que, aunque la Xbox Ally X será técnicamente capaz de ejecutar la próxima hornada de juegos AAA de Xbox, lo hará con una configuración baja y, probablemente, con una velocidad de fotogramas menor.

Sin embargo, eso no debería desanimarte. He pasado los últimos dos años obsesionado con estos pequeños ordenadores portátiles para juegos y, de las cientos de horas que he pasado jugando con ellos, puedo decirte que muy pocas las he dedicado a juegos como God of War o Cyberpunk. En cambio, juegos independientes como Hades 2 han consumido mi vida.

Los juegos indie son magia

Cuando salió la Nintendo Switch en 2017, al principio pensé que juegos como Breath of the Wild eran lo más importante, y tal vez lo eran. Pero a medida que me cansaba cada vez más del bajo rendimiento de los juegos que intentaban ser grandes experiencias de consola AAA, mi Switch pasó a ocupar el segundo lugar, después de Steam, para comprar mis juegos independientes favoritos y jugar en la cama o en el tren. Luego salió la Steam Deck.

Las PC portátiles para gaming ya existían antes de la Steam Deck, pero eran productos nicho difíciles de usar, especialmente sin algún tipo de teclado acoplable. Sin embargo, ahora que vivimos en este mundo post-Deck, fabricantes de PC como Lenovo y, sí, Asus, han encontrado la manera de hacer que estos dispositivos sean realmente excelentes. Y tampoco tengo que comprar juegos independientes por segunda vez para jugarlos.

En cambio, si quiero dedicar algo de tiempo a Hades 2, solo tengo que iniciar sesión en Steam y listo: incluso se transfiere mi partida guardada. La ventaja de los dispositivos portátiles basados en Windows es que esto se aplica a todas las tiendas de juegos para PC, tanto si juego en Game Pass como en Epic Games Store.

Para mí, esto se ha traducido en una especie de configuración de juegos para PC de varios niveles. Sigo jugando a grandes juegos AAA como Doom: The Dark Ages en mi ordenador de sobremesa, donde puedo subir la configuración al máximo y disfrutar de altas velocidades de fotogramas. Ya ni siquiera intento instalar ese tipo de juegos en mis dispositivos portátiles, sino que me permiten profundizar en juegos como Rift of the Necrodancer o Slay the Spire. Antes de que se popularizaran los PC portátiles para gaming, esos eran los tipos de juegos a los que jugaba durante unas horas para ver de qué se trataba todo ese revuelo antes de volver inevitablemente a jugar a World of Warcraft.

Y no soy el único. A principios de esta semana, hice una encuesta entre mis compañeros de IGN y me sorprendió descubrir que la mayoría no utiliza sus dispositivos portátiles para jugar a superventas. En cambio, la mayoría utiliza sus dispositivos portátiles para jugar a juegos independientes y JRPG, estos últimos suelen depender mucho menos de una alta velocidad de fotogramas para ser divertidos.

La compatibilidad inherente a las consolas portátiles para juegos de PC con Windows es una forma estupenda de hacer que los juegos independientes ocupen un lugar mucho más importante en tu dieta de juegos. Pero para conseguir esa mayor compatibilidad (es decir, jugar a un juego que no sea de Steam), tengo que trastear con Linux en SteamOS o lidiar con el dolor de cabeza que supone usar Windows en una consola portátil. Por eso es tan emocionante la perspectiva de una versión de Windows 11 compatible con consolas portátiles.

Al eliminar la fricción que supone acceder a los juegos desde lanzadores de terceros en Steam Deck, y al mismo tiempo mantener, con suerte, las ventajas de un sistema operativo optimizado y centrado en los juegos, la ROG Xbox Ally X tiene la oportunidad de ser lo mejor de ambos mundos. Al fin y al cabo, Asus comercializa tanto su Ally X actual como la próxima Xbox Ally X con la etiqueta "#PlayAllyourgames". Ahora, esperemos que esta colaboración lo consiga sin el dolor de cabeza que me provocan las pantallas táctiles de los dispositivos portátiles Windows existentes.