Durante la madrugada del 4 de julio, intensas lluvias provocaron el desborde del río Guadalupe, en la localidad de Hunt, Texas.
En concreto, informaron la fuerza del agua destruyó gran parte de un conjunto de cabañas turísticas y dejó al menos 82 personas fallecidas. Entre ellas, Brooke y Blair Harber, dos hermanas de 11 y 13 años.
Según relató The Wall Street Journal, RJ Harber (45), padre de las menores, logró evacuar a su esposa y a otras tres familias del condominio turístico Casa Bonita, pero no alcanzó a llegar a la cabaña donde estaban sus hijas.
Harber, relató que despertó cuando el agua ya entraba a su casa. En solo minutos, dice que el agua les llegaba al cuello a él y a su esposa, Annie. Lograron salir y comenzaron a alertar a sus vecinos y ayudaron a evacuar al menos tres familias.
Intento de rescate
Luego, intentó llegar en kayak hasta la cabaña donde estaban sus hijas con los abuelos, a unos 30 metros de distancia, pero la corriente era demasiado fuerte. “Vi árboles y autos volando. Si daba una palada más, podía morir”, contó.
A las 3:30 de la madrugada, mientras todo ocurría, Brooke le envió un mensaje de texto a su papá: “Te amo”. El mismo mensaje fue enviado a su madre y a su abuelo en Michigan, junto con una foto de las niñas.
Cuando el agua bajó, muchas de las cabañas ya no estaban. La casa donde estaban las niñas también había desaparecido.
Sus cuerpos fueron hallados al día siguiente a 24 kilómetros río abajo, con las manos entrelazadas y rosarios en sus dedos. Los abuelos siguen desaparecidos.
“Lamentablemente, todos esos lindos recuerdos ahora se volvieron un mal recuerdo”, dijo el padre.