por T13
27 de agosto de 2025


El robo de celulares se ha vuelto cada vez más habitual. Un método que vemos actualmente es el “lanzazo” en los paraderos de micro, o en los mismos buses del transporte público.
No es extraño ver a jóvenes, en muchos casos menores de edad, corriendo con un teléfono recién robado.

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Por eso un equipo de Reportajes T13 fue hasta el Persa Biobío y constató cómo en los paraderos de locomoción colectiva aledaños se producen robos frecuentemente, todos los días.
En un paradero de la calle Placer con San Diego, menos de edad actúan habitualmente. Allí roban, corren y a sólo una cuadra se cambian de ropa y celebran. Minutos más tarde, vuelve a lo que ellos llaman “su trabajo”.
Según el coronel Pedro Olguín, de la 4° Comisaría de Santiago “estos sujetos roban el celular y lo venden de inmediato en los galpones del persa”.
La ruta de los celulares robados en Santiago
Si bien en algunos casos esto ocurre, y hay personas identificadas como los receptores de estos objetos robados, el director de Seguridad de la Municipalidad de Santiago, Arturo Urrutia, asegura que también hay otros teléfonos que son vendidos fuera del país.
“Esto obedece a una organización criminal, ocupan niños para el robo de celulares a quienes andan distraídos, y lamentablemente son inimputables”, planteó.
Sobre las personas que compran estos teléfonos robados, Urrutia asegura que “recogen estos celulares y son exportados a otros países, principalmente a Argentina. Si acá ese celular vale 600 mil pesos allá lo venden por 2 millones”, asegura.

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Uno de esos receptores de teléfonos robados fue identificado como Robert García, un ciudadano peruano que fue detenido el pasado 7 de julio, pero que quedó en libertad al día siguiente.
Según fuentes policiales, es uno de los principales reducidores de celulares del sector.
La forma de operar es simple, tiene un intermediario que evalúa el producto robado y negocia el precio con el delincuente. Tras llegar a acuerdo, llaman a Robert, quien se encarga de cerrar el trato.