por ComputerHoy
1 de julio de 2025
Teniendo en cuenta lo vital que es la electricidad para todos, ya lo podemos hasta decir por experiencia, la idea de que una ciudad pueda quedarse completamente a oscuras en segundos resulta, como poco, preocupante.
Eso es justo lo que promete la nueva bomba de grafito que China ha mostrado en un vídeo oficial: un arma capaz de inutilizar una red eléctrica entera sin destruir físicamente nada. No hay explosiones, ni cráteres, ni humo, solo un apagón total y repentino.
La noticia ha corrido como la pólvora debido a que esto ya está plenamente operativo para actuar cuando se quiera. Sin ir más lejos, la televisión estatal china ya ha enseñado cómo esta arma, desarrollada por la gigante estatal China Aerospace Science and Technology Corporation (CASC), puede lanzarse desde tierra y liberar decenas de submuniciones sobre su objetivo.
Al caer, estos pequeños cilindros explotan en el aire y esparcen hilos de carbono tratados químicamente, que al contacto con transformadores y subestaciones provocan cortocircuitos y dejan fuera de combate toda la infraestructura eléctrica de la zona.
El gran problema de todo este caos es que sin electricidad, todo se detiene: hospitales, transporte, comunicaciones, bancos, agua potable, internet… Puede provocar caos en cuestión de minutos y dejar a millones de personas fuer a de combate. Y lo más peliagudo es que, al no haber destrucción física, la respuesta militar es más complicada.
Así funciona la bomba de grafito, el arma que ya apaga ciudades sin destruirlas
El objetivo principal es dejar totalmente paralizada una ciudad enter y, desde luego, no hay mejor ataque que este.
El resultado de estos filamentos de carbono, invisibles y ultrafinos, cayendo sobre los componentes eléctricos es un apagón inmediato en un área de al menos 10.000 metros cuadrados, aunque los expertos creen que el alcance real puede ser mayor si se lanza sobre zonas interconectadas.
De nuevo, en este caso el daño físico a estructuras es cero. Estas van a quedar totalmente intactas pero, eso sí, muertas. Aquí el problema es doble porque no basta con reparar un cable o sustituir un transformador: hay que limpiar todo el sistema y asegurarse de que no quedan restos de los filamentos, lo que puede llevar días o incluso semanas.
El vídeo difundido por la televisión china enseña a la perfección la precisión y el alcance del arma: puede impactar a 290 kilómetros de distancia y su cabeza de guerra pesa casi media tonelada. La dispersión de las submuniciones está guiada por satélite, lo que permite atacar exactamente el punto más vulnerable de la red eléctrica enemiga.
Eso sí, comentar que no es la primera vez que se usa esta tecnología y Estados Unidos ya usó bombas de grafito en Irak y Serbia en los años 90, logrando dejar sin luz hasta el 85% de la red eléctrica nacional en cuestión de horas. Sin embargo, la versión china viene con grandes mejoras en precisión, alcance y capacidad de dispersión.
Muchos analistas creen que el objetivo más probable de esta arma sería Taiwán, dada la tensión entre Pekín y la isla. Si se lleva a cabo, podría dejar a la isla completamente a oscuras en el arranque de un conflicto, poniendo totalmente en jaque la defensa y la coordinación de cualquier respuesta militar.
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