por Genbeta
17 de julio de 2025
Ya en el año 2021 empezó a cuestionarse muy abiertamente uno de los grandes estandartes que abanderaba China: sus largas jornadas laborales, el conocido como 996: trabajar de 9 a 9 durante 6 días de la semana. Tanto fue así que el Tribunal Popular Supremo de China y el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social del país publicaron un documento en el que critican esta "cultura laboral" que estaba tan arraiga. Entre otros asuntos, ese documento dictó que esas jornadas eran ilegales.
Trabajar 12 horas al día y 6 días a la semana se consideraba la definición de éxito, según la cultura del esfuerzo a cualquier precio y siempre era muy alabada por figuras representativas de las startups tech más conocidas como Jack Ma, quien era durante años CEO de Alibaba. Para él, trabajar seis días a la semana es una “auténtica bendición”. No fue el único, muchos grandes CEO lo promueven, como Elon Musk. En España, hace unos días Dabiz Muñoz, líde de DiverXO habló de esto, no sin polémica.
Como milenial que soy me atrevo a decir que durante muchos años se nos inculcó en la importancia de trabajar mucho, sobre todo siendo jóvenes, para lograr el éxito. Pero los tiempos han cambiado. Ya hemos aprendido que esa máxima no funciona así del todo (un reciente estudio en Alemania acaba de ver que los puestos directivos en las empresas del país desde hace más de 100 años están en su mayoría en manos de una pequeña élite) y la generación Z está abiertamente renunciando a eso. También en China.
Los aires han cambiado y China no es ajena al mundo: la cultura 996 comienza a ser historia. No por respetar los derechos de la gente como tal, sino porque como veremos aquí, tener a la gente todo el día trabajando es totalmente contraproducente para que otros factores importantes que ayudan a un país a ir bien funcionen de manera correcta.
El Gobierno del país asiático está trabajando en un giro total, implantando una normativa más estricta sobre la jornada laboral. El objetivo es combatir el exceso de horas extraordinarias y promover el equilibrio entre vida laboral y familiar.
Faltan niños y niñas
Muchos son los países que están tomando medidas para impulsar la natalidad. Japón es uno de ellos. Mientras la esperanza de vida ha ido en aumento, la natalidad ha caído en picado en muchas naciones en las últimas décadas. Varios factores lo explican pero hay uno esencial: ¿cómo va la gente a tener hijos si debe pasarse el día y la vida trabajando para salir adelante y para que no le perjudique en el futuro desengancharse del mercado laboral?
Según medios locales, el año pasado, los nacimientos en China disminuyeron un 5,7 %. Esto representa un mínimo histórico de 6,39 nacimientos por cada 1.000 personas. Este descenso ha provocado el cierre de más de 14.000 guarderías en China, según el Ministerio de Educación. Por tanto, durante este 2025, mucho se ha hablado en el país de tomar medidas para permitir que la gente pueda tener hijos.
El pasado mes de junio, se supo que hay responsables políticos que están proponiendo medidas directas: subsidios para el cuidado infantil temprano y la ampliación de los servicios para mujeres en las primeras etapas del embarazo, incentivos y medidas para animar a las parejas a tener hijos, incluyendo la ampliación de la licencia de maternidad, beneficios financieros y fiscales por tener hijos, o incluso subsidios de vivienda. También se ha hablado de implementar bajas por paternidad.
Las largas jornadas laborales y los bajos salarios de ciertas personas, como los trabajadores de fábricas, dificultarán la crianza de los hijos, tal y como han denunciado abiertamente algunos grupos de derechos laborales como CLB. Lo que está claro es que con personas trabajando muchísimas horas y con salarios bajos es difícil lograr que la gente se anime a tener descendencia. Y eso aplica a otros países.
Como ha recogido Xataka, en las empresas chinas existe una idea arraigada que llaman “ascender o fuera”. Se trata de la creencia de que si un trabajador no asciende a un puesto alto antes de tener hijos, corre el riesgo de que lo sustituyan por alguien más joven.
China necesita más consumo local
Por otro lado, con el conflicto arancelario entre China y Estados Unidos, el país asiático quiere fomentar el consumo local de sus propios productos y reducir su dependencias a las exportaciones.
El propio Gobierno anunció en enero de este año 2025 aumentos salariales para millones de empleados públicos. El objetivo: gasto público para apoyar la desaceleración económica y fomentar el consumo. La última vez que hizo algo similar fue en 2015.
Razón no falta. Ya hemos visto estudios que demuestran que el teletrabajo trajo más ocio y tiempo libre y nuevas rutinas y se cree que esa pudo ser la causa por la que la recesión que tanto se esperaba en los últimos años nunca llegó.
Animar a la gente joven a integrarse en el mercado laboral
La mano de obra joven es esencial, pero si el mercado no se adapta a sus requisitos, pierde ese talento. Es un problema que hemos estado analizando en muchas ocasiones y es global. Esta cohorte de población, la llamada generación Z, se enfrenta a cambios económicos y a una menor demanda de su mano de obra en China y, por otro, a cambios sociales que configuran nuevos puntos de vista sobre el trabajo y la ética laboral, como recoge SCMP, un medio especializado en China.
Tradicionalmente, la idea impulsada en China era la de que, mediante el trabajo duro y la educación, el milagro económico chino mejoraría siempre la suerte de todos en la vida y a las nuevas generaciones les iría mejor que a las anteriores. Pero la nuevas generaciones no están viviendo realmente en sus carnes las consecuencias del trabajo duro llevado a cabo por sus padres, madres y abuelos.
Ya hemos visto llamativas tendencias de la juventud china, harta delmercado laboral, que deciden escapar de las grandes empresas, a pesar de haberse formado para ello y se decantan por trabajos manuales y más tranquilos; o mucha gente que está opositando en masa aunque los salarios en el sector público son más escasos que en el privado, pero quieren estabilidad; e incluso están quienes han decidido quedarse de brazos caídos y presumen en redes sociales de no hacer nada todo el día.
Cabe decir aquí, en este desencanto que muchas personas sienten hacia el mercado laboral de su país y que los desmotiva, que hay una tendencia que se volvió viral hace cuatro años, cuando muchos jóvenes en China rechazaron lo que allí llaman "carrera de ratas". Como explicaba hace unos años la BBC, en China, la "carrera de ratas" comienza casi en el momento en que naces, por toda la competitividad de la vida y la sociedad del país: desde entrar en una buena escuela hasta conseguir un prestigioso trabajo.
Hace unos años que la gente comenzó a hablar abiertamente de que quieren liberarse de este ciclo, usando esas palabras, "carrera de ratas", que según el medio, arrojan luz sobre la frustración que siente la generación más joven.
Trabajar mucho es fatal para la salud
Un estudio publicado hace un par de años analizó a un grupo de gente de China durante 26 años con el objetivo de investigar la asociación entre las largas jornadas laborales y la mortalidad por cualquier causa en una amplia cohorte poblacional en China. Entre otros asuntos, las jornadas laborales prolongadas se asociaron con un riesgo significativamente mayor de mortalidad por cualquier causa.
Tener a una población enferma no es beneficioso en ningún caso. Explicaban los investigadores que en China, muchos sectores han experimentado un rápido desarrollo en los últimos años, lo que ha llevado a una prolongación gradual de la jornada laboral. Por ejemplo, en el sector de internet, de las tecnológicas, se ha implementado el horario laboral "996".
Similar al karoshi japonés, el término chino guolaosi ha atraído gran atención en la sociedad china en los últimos años. Por ejemplo, las largas jornadas laborales se han vinculado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Imagen | Foto de Matt Popovich en Unsplash
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La noticia
China estaba orgullosa de sus jornadas laborales 996. Pero tener a la gente siempre trabajando es negativo para que el país vaya bien
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Genbeta
por
Bárbara Bécares
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