por 3DJuegos
3 de julio de 2025
Cuando Odín creó el Mjolnir, el martillo de Thor que sirve para canalizar sus poderes, dejó tallada una inscripción en la que puede leerse que solo aquel que sea capaz de alzar ese martillo será digno del poder Thor. Bueno, la verdad es que es un acuerdo de uso bastante leonino por parte del Padre de todos, pero lo que parece una condición muy restrictiva, a lo largo de los años ha dado pie a algunos momentos de lo más sorprendente porque ha habido un montón de gente capaz de alzar a Mjolnir y esgrimir el poder de Thor.
El contrato divino de Odín y la extraña herencia de Mjolnir
En los últimos días has podido ver por ahí que Stitch, el simpático y suavezoso alienígena de Disney ha entrado a formar parte de ese selecto grupo. Bueno, en realidad, no, porque se trata solo de una portada que forma parte de una serie de colaboraciones promocionales entre Marvel y su propietaria, Disney, y no tiene nada que ver de verdad con la mitología comiquera del personaje. Pero sí que ha habido un buen número de héroes, y villanos, que han logrado ser dignos. Bastantes, la verdad, más de una docena.

Algunos tengo serias dudas de que sean realmente merecedores de semejante honor, como Deadpool, que huele más a golpe de efecto gratuito de Marvel, empeñada en meter a Deadpool hasta en la sopa. Pero entre los realmente merecedores de alzar el Mjolnir, claro, cada cual tendrá sus preferidos, a mí me gustan muchos de ellos, les veo un auténtico sentido narrativo dentro de la mitología de Marvel: Estela Plateada, el Capitán América, Jane Foster, Bill Rayos Beta… De verdad, creo que son dignos. Pero hay dos casos realmente excepcionales y llamativos, que no se encuentran de Marvel, sino que proceden de los cómics de la Distinguida Competencia, DC Comics.

Los dignos: una lista de honor (y de narrativa inteligente)
Cada uno de estos personajes considerados dignos ha aportado una lectura distinta a ese concepto de "dignidad": nobleza de espíritu, sacrificio, voluntad inquebrantable, valor ante la adversidad…Y si hay un personaje que nos recuerda lo épico que puede ser este legado, ese es Superman. A nadie le debe sorprender que Superman, el boyscout definitivo, sea digno. A ver, es SUPERMAN. El faro moral de DC fue capaz de levantar a Mjolnir en el crossover JLA/Avengers (2003). Pero incluso ahí, se nos recuerda que lo hizo bajo una excepción temporal otorgada por Odín en situación de emergencia.
A nadie le debe sorprender que Superman, el boyscout definitivo, sea digno. A ver, es SUPERMAN
Pero hay otro nombre que se repite, casi con reverencia, cuando se habla de Mjolnir y de la dignidad que implica empuñarlo: Wonder Woman. Y para mí, lo digo sin dudas, es la única cuyo vínculo con el martillo tiene verdadero sentido. No es un cameo. No es un capricho. Es narrativa pura, simbólica, coherente y, sobre todo, poderosa. Incluso aceptando que este tipo de eventos colaborativos entre editoriales tienen más maniobra comercial que de importante capítulo en la narrativa de los personajes.

Wonder Woman: la portadora perfecta del martillo de Thor
La princesa Diana de Themyscira representa muchas cosas. Hija de reinas, formada en las artes de la guerra y la filosofía, mezcla de poder divino y humanidad, y sobre todo, encarnación de la compasión como herramienta de justicia. Guerra. Protectora. Su momento con Mjolnir llegó en el segundo número de Marvel vs. DC (1996), un evento tan loco como glorioso en el que las dos editoriales más grandes del mundo cruzaron universos. En medio del caos, Thor pierde su martillo durante un combate con Shazam. Diana lo encuentra justo antes de enfrentarse a Tormenta, lo alza sin esfuerzo… y lo suelta.
¿El motivo? No quiere ventaja. ¡BOOM! No busca una victoria fácil. Prefiere un combate justo antes que el poder absoluto. Ese gesto es precisamente lo que la hace digna. Es el único personaje que demuestra que ser digno de usar el poder de Thor, sino saber cuándo no hacerlo. Y es que no podemos olvidar que el origen de las aventuras de Thor en los cómics de Marvel es una lección de humildad. En los cómics de Marvel creados por Stan Lee y Jack Kirby, Odín envía a Thor a la Tierra como castigo a su soberbia y orgullo. Le borra la memoria y lo convierte en el médico humano Donald Blake, para que aprenda compasión, empatía y responsabilidad. Solo recuperará su poder cuando demuestre ser digno, transformando así su arrogancia divina en verdadero heroísmo.
Diana, la diosa de la justicia y el sacrificio
A diferencia de otros personajes que han empuñado a Mjolnir por necesidad, por accidente o por mandato divino, Wonder Woman no necesita intermediarios. Su poder innato no está en su fuerza, o que pueda volar, viene de su código ético, de su voluntad firme, de su sentido del deber. Ella no solo protege, sino que entiende el precio de hacerlo. Ya conocéis el viejo axioma no oficial de DC Cómic: "Mandas a Superman a detener una invasión alienígena, a Batman a detener a un loco asesino y a Wonder Woman a salvar a la humanidad de la guerra".
Diana encuentra el Mjolnir justo antes de enfrentarse a Tormenta, lo alza sin esfuerzo… y lo suelta. ¿El motivo? No quiere ventaja
En la tradición amazónica en la que se cría Wonder Woman, la gloria no se mide por las armas que se empuñan ni por los enemigos derrotados, sino por la justicia que se impone. Hemos visto a Wonder Woman luchar con lazo, con espada y escudo, sí, pero su arma más letal es su compasión. Su resistencia a empuñar las armas es la que la hace digna de usar precisamente una de las más poderosas del multiverso: Mjolnir. Al rechazarlo, establece un nuevo estándar de dignidad. Uno que ni siquiera Odín podría haber anticipado.

El precio de ser digna: un aspecto digno del olvido
No todo fue glorioso para Diana en ese cruce editorial. Porque al levantar Mjolnir, Diana sufre un castigo inesperado: su armadura se transforma en una reinterpretación muy cuestionable de la estética asgardiana noventera. Un traje de cuero, con correas aleatorias, más piel al aire que protección, con una capa innecesaria y muchos detalles dorados que ponen en duda los cánones estéticos asgardianos. Bueno, no había más que ver a Thor en aquella época, que parecía un cruce entre el bajista de White Snake y una ferretería. La culpa se la podeís echar al dibujante Dan Jurgens.
Una auténtica pesadilla estética que ni los más nostálgicos de los 90 quieren recordar. Afortunadamente apenas duró un par de viñetas, pero todavía se recuerda como uno de los peores atuendos de la historia del personaje. Lo cual, sinceramente, solo hace que su gesto sea aún más valiente.

Thor confirma su legado
En 2019, la serie Thor: Los Dignos incluyó una historia protagonizada por Jane Foster y Lady Sif en la que aparece el Espejo de Finvarra, un objeto místico capaz de mostrar realidades alternativas. Al romperse, los fragmentos revelan visiones de todos aquellos que han empuñado a Mjolnir. Entre las figuras reconocibles como Beta Ray Bill, Odin, Capitán América o Throg, se vislumbran dos siluetas inconfundibles: Superman y Wonder Woman. Una validación editorial, aunque sutil, de que ambos héroes de DC forman parte del legado multiversal de Mjolnir. Y no es un simple homenaje: es una confirmación de que su dignidad trasciende editoriales.
De todos los que han levantado el martillo de Thor, para mí, solo hay una portadora que verdaderamente encarna el espíritu del mismo: Wonder Woman. No necesita probar nada a nadie. No necesita un momento de gloria. No necesita el poder de Thor porque entiende que el verdadero poder no está en lo que puedes hacer, sino en lo que decides no hacer. Y eso, amigos míos, no es solo ser digna. Es ser legendaria.
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La noticia
De todas los personajes capaces de levantar el martillo de Thor solo hay uno al que considere digno de verdad, y es la mayor heroína de DC comics, no de Marvel
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3DJuegos
por
Chema Mansilla
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