por IGN España
4 de agosto de 2025

Liam Neeson tiene un abanico enorme de papeles en su currículum, pero en la cultura pop, todo el mundo le reconoce por su interpretación de Qui-Gon Jinn en las precuelas de Star Wars. El maestro de Obi-Wan es una pieza clave para el futuro de Anakin Skywalker, y también para propio Obi-Wan. Con su muerte a manos de Darth Maul, Obi-Wan asume la responsabilidad de entrenar a Anakin, y no es porque sea "el elegido", sino porque le hizo una promesa a su maestro durante sus últimos momentos de vida.
Aquella muerte todavía atormenta a Neeson, y en una entrevista reciente con GQ, el actor revela que nunca le convenció del todo: "Siempre pensé que mi muerte era un poco cursi. Se supone que soy un maestro Jedi, ¿sabes? ¿Mi personaje cayó en esa trampa? ¡Oh, voy a darte un golpe en la cara! ¡No, no, sorpresa, ahora voy a por tu estómago! ¡Oh! ¡Me has pillado! Es como: 'Oh, por favor'. No es propio de un maestro Jedi", explicaba Neeson.
¿Una muerte inapropiada?
El momento al que se refiere el actor sucede al final de la amenaza fantasma, cuando Maul le golpea la cara con la empuñadura de su sable láser doble y lo aturde el tiempo suficiente para ejecutar un golpe mortal. Sin embargo, la derrota de Qui-Gon no es tan "cursi" como Neeson la recuerda. La forma de combate que utiliza el maestro es la apodada como Ataru, la Forma IV, que es también la que utiliza Yoda para combatir. Este estilo de combate se basa en las acometidas y acrobacias utilizando la fuerza, pero flaquea durante los combates prolongados y no es particularmente efectiva en espacios cerrados. Maul consiguió explotar esas dos debilidades, y por ello consiguió sorprender a Qui-Gon.
Pese a no estar conforme con su muerte, Neeson ha dejado claro que le guarda un cariño especial a Star Wars. El actor rememoraba algunos de los mejores momentos en La Amenaza Fantasma, y destacaba que fue "genial" poder volver a trabajar con Ewan Mcgregor en Obi-Wan Kenobi, de Disney+.