por elmostrador
4 de agosto de 2025
Para esta temporada, los tintos de cuerpo medio a alto no solo ofrecen calidez, sino que también logran realzar los sabores de cada preparación. Pero también se pueden disfrutar otras opciones y hasta burbujas, según las cepas y comida.
Cuando bajan las temperaturas y el cuerpo pide platos más sabrosos y reconfortantes, el vino se convierte en un excelente aliado para elevar la experiencia gastronómica. En otoño e invierno, los maridajes adquieren un protagonismo especial, con vinos que equilibran la untuosidad de las comidas típicas de la temporada, y también con alternativas perfectas para acompañar postres y picoteos.
Durante los meses fríos, la cocina chilena se llena de preparaciones intensas: carnes al horno, guisos, legumbres y sopas. Para acompañarlas, los vinos tintos de cuerpo medio a alto son perfectos aliados, ya que sus taninos firmes y acidez equilibrada ayudan a contrarrestar la untuosidad (sensación oleosa de las grasas) y potenciar los sabores.
Desde Casillero del Diablo y su línea Reserva Especial recomiendan:
Cabernet Sauvignon: Un tinto robusto, ideal para carnes grasas como plateada al horno, cordero al palo o carne mechada. Su estructura y notas a frutas negras y madera hacen que cada bocado sea más intenso y balanceado.
Merlot: Más delicado y sedoso, este Merlot combina muy bien con preparaciones suaves como pollo al coñac o una clásica cazuela de ave. Aporta calidez y elegancia sin saturar el paladar.
Carmenere: Con taninos redondos y un perfil especiado, este vino se luce con platos como costillar de cerdo con puré de manzana, lentejas con zapallo o incluso una cazuela. Las notas tostadas de la barrica armonizan con sabores ahumados y condimentados.
También la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile (ANIAE). propone distintos estilos de esta variedad para maridar según la ocasión y la intensidad del plato:
Carménère rosado o espumante: frescura y ligereza ideal para abrir una comida otoñal o acompañar aperitivos. La frescura del tomate y los toques verdes combinan con los aromas herbales del Carménère como:
- Ceviche de champiñones
- Ensalada de burrata con tomate y rúcula.
Carménère joven (1–2 años): tradición y frutosidad. Acompaña a la perfección los platos caseros y cremosos. La frutosidad del vino resalta los sabores del zapallo y las verduras cocidas como:
- Charquicán
- Cazuela
- Carbonada.
Carménère reserva: dulzura y profundidad perfecta para cerrar una comida o acompañar un picoteo con carácter.
- Quesos maduros y de sabor fuerte: gouda ahumado, cheddar añejo, queso azul.
- Chocolate entre 35% y 45% de cacao, que resalta las notas frutales y especiadas del vino.
Postres y vino: sí se puede
Muchas veces se duda sobre cómo maridar el vino con postres, pero la clave está en elegir sabores complementarios y respetar una regla de oro: el vino debe ser más dulce que el postre, o de lo contrario, puede resultar amargo.
Combinar sabores similares: si el vino tiene notas de manzana, acompáñalo con una tarta de manzana; si tiene notas de vainilla o cacao, irá bien con postres con chocolate. Postres como como Creme Brulee, flan de vainilla, tarta de manzana, entre otros, pueden combinar con Chardonnay. Para postres que contienen frutas y especias como cardamomo y canela un Riesling es una excelente opción ya que es un vino con mucha acidez que atraviesa la dulzura y la fruta del postre.
Intensidad equivalente: un postre oscuro necesita un vino intenso; los tintos son grandes aliados del chocolate. Cabernet Sauvignon entre otros tintos pueden maridar postres más audaces y pesados con chocolate. Al tener toques a cerezas negras y nueces, aquellos postres que cuenten con esos ingredientes también será una gran opción.
Vinos de postre: opciones como el Oporto, que va de lo semidulce a lo dulce, son clásicos para acompañar repostería fina, frutas secas o chocolate.
Con estos maridajes, el otoño y el invierno se convierten en la excusa perfecta para redescubrir los sabores más intensos de la cocina chilena, acompañados por vinos que no solo armonizan, sino que realzan cada ingrediente.