En las últimas horas, tras un procedimiento coordinado con el Ministerio Público, personal de la Policía de Investigaciones (PDI), incautó más de 7 mil kilos de cable de cobre robado de diversas instalaciones eléctricas de la empresa de suministro CGE.
El cobre decomisado equivale aproximadamente a $70 millones, que se le suma el alto costo de reposición de materiales, la mano de obra y equipamiento necesario para restablecer el suministro eléctrico interrumpido por este tipo de delitos.
En esta línea, Francisco Jaramillo, director regional centro de CGE, indicó que este decomiso deja en evidencia la magnitud del problema y cómo impacta directamente en la calidad del servicio entregado por la empresa a más de 550 mil clientes en las 19 comunas de la Región Metropolitana.
“Para CGE, este decomiso de cable de cobre robado muestra la gravedad de un delito que lamentablemente va en aumento, y que afecta de manera transversal a una cantidad muy importante de clientes”, aseguró.
Según detalló Jaramillo, en los últimos meses, se han registrado más de 30 incidentes de robo de conductores de cobre en comunas como El Bosque, Calera de Tango, Buin, La Pintana, Puente Alto y San Bernardo, etcétera.
Por su lado, el delegado presidencial de la RM, Gonzalo Durán, calificó esto como una señal clara de la gravedad del delito. “Estas más de siete toneladas de cobre que se han logrado incautar, en un procedimiento llevado por el Ministerio Público y la PDI, muestran la gravedad de este delito, que se produce en distintos lugares del país y, por cierto, en la Región Metropolitana”, señaló.
Por último, añadió que el Gobierno trabaja en coordinación con las distribuidoras para poder minimizar el impacto de estos delitos en las comunidades. Además, hizo un llamado a la población “a que, cuando vea un eventual robo de cables, informe de inmediato a las autoridades competentes”.