Prometieron un RPG oscuro alejado de su mundo abierto de zombis, pero años después decepcionaron a sus fans con algo diferente

Hace más de una década, Techland anunció Project Hell, un ambicioso juego de rol de acción en primera persona ambientado en un mundo de fantasía oscura que despertó grandes expectativas entre los seguidores del estudio. Sin embargo, el proyecto sufrió numerosos contratiempos y finalmente fue cancelado para luego reaparecer como un contenido descargable para el primer Dying Light, dejando a muchos fans desilusionados y preguntándose qué se perdió realmente con aquella cancelación.

Project Hell se presentó como una aventura en un universo devastado por hordas infernales tras un cataclismo mágico, donde los jugadores encarnarían héroes sin clases fijas, capaces de combinar armas cuerpo a cuerpo y magia a voluntad. La mecánica de combate prometía ser el punto fuerte, con un sistema táctico basado en la trayectoria de los ataques y la necesidad de ejecutar esquivas, bloqueos y contraataques, mientras los enemigos adaptaban su estrategia al estilo de pelea del jugador.

Project Hell acabó reciclado y convertido en Hellraid para Dying Light

Todo esto apuntaba a un RPG oscuro con un enfoque muy distinto a lo habitual para Techland. No obstante, después de años de desarrollo interrumpido y retrasos por culpa del primer Dying Light, el título fue descartado como juego independiente en 2015 y regresó en 2020 como parte del DLC Hellraid del primer juego de mundo abierto, que reducía sus ambiciones y limitaba la experiencia a explorar una mazmorra oscura y enfrentar oleadas de enemigos. Las críticas de los usuarios reflejaron ese desencanto, calificando el contenido como superficial y poco satisfactorio para quienes esperaban un RPG de acción con mayor complejidad.

A pesar del cierre de Project Hell, su legado no se ha perdido del todo. En 2026, el estudio Paraglacial buscará lanzar un RPG de acción en primera persona que reconoce abiertamente la influencia de Hellraid y otros juegos del género, intentando llenar ese vacío que Techland dejó. Aunque aún faltará mucho para verlo, Fatekeeper promete retomar la fórmula de fantasía oscura y combate táctico que tanto ilusionó a los fans años atrás, pero el tiempo dirá si logra cumplir con las expectativas.

El caso de Project Hell es un claro ejemplo de cómo una idea prometedora puede verse afectada por cambios en la visión creativa y las presiones del mercado, dejando a una comunidad ansiosa con la sensación de haber perdido una gran oportunidad.

Vía | GryOnline

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