por ElDia
18 de julio de 2025
En los pabellones del Hospital de La Serena se concretó un hito trascendental en el ámbito de la salud pública inclusiva y especializada donde, por primera vez en la Región de Coquimbo se realizaron cirugías de afirmación de género vinculadas a la voz. Este avance posiciona al hospital como un referente regional en la atención integral a personas trans, abriendo nuevas perspectivas clínicas en el abordaje de la identidad de género. Las tres intervenciones realizadas respondieron al deseo de usuarias y usuarios del recinto de que su voz reflejara fielmente quiénes son. Para ellas y ellos, no se trató sólo de una cirugía, sino de un acto profundo de afirmación de identidad.
Cada procedimiento realizado respondió a necesidades y realidades distintas, pero todas compartieron un mismo propósito: alinear la expresión vocal y corporal con la identidad de género de cada persona. La primera intervención fue una glotoplastía de Wendler, realizada en una usuaria transfemenina. Esta técnica mínimamente invasiva acorta las cuerdas vocales para elevar el tono de la voz, logrando un timbre percibido como más femenino. En contraste, la segunda intervención consistió en una tiroplastía tipo III, dirigida a pacientes con disforia vocal masculina. En este caso, se reduce la tensión de las cuerdas vocales para obtener un tono más grave. Finalmente, la tercera intervención fue una condrolaringoplastía, procedimiento en el que se suaviza el contorno del cartílago tiroides, comúnmente conocido como “manzana de Adán”, contribuyendo a una apariencia más armónica del cuello sin modificar la voz.
Las intervenciones fueron encabezadas por un equipo multidisciplinario de la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital de La Serena, con el acompañamiento del doctor Cristian Olavarría, jefe de la Unidad de Laringes del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y uno de los pioneros de la técnica en el país, quien viajó especialmente como guía en estas primeras cirugías. Al respecto, el experto relató la importancia de estos procedimientos y el impacto que genera en la vida de las personas beneficiadas. “Existe la posibilidad de dar solución a una necesidad importante que tienen muchas personas trans en relación con su voz. Se trata, en esencia, de intervenciones quirúrgicas que permiten modificar el tono vocal para que sea más acorde con la identidad de género de la persona o con la forma en que se siente identificada. En este contexto, la primera cirugía que realizamos fue en una paciente transgénero femenina. El objetivo del procedimiento fue elevar el tono de su voz, es decir, feminizarla mediante una intervención quirúrgica.”
Con estas primeras intervenciones, el Hospital de La Serena se convierte en el primer centro público de la región en ofrecer de forma sistemática cirugías de afirmación vocal de género. A partir de ahora, dos de ellas, la glotoplastía y la condrolaringoplastía, pasarán a formar parte permanente de la cartera de prestaciones del hospital, mientras que la tiroplastía tipo III iniciará un proceso de aprendizaje de la técnica para su futura incorporación.
El doctor Luis Barahona, otorrinolaringólogo del recinto de salud serenense e impulsor de estos procedimientos señaló que estas cirugías no sólo mejoran una función física; son, ante todo, herramientas de afirmación identitaria. “La idea y la transición de la medicina en los últimos años ha sido justamente esa: no enfocarse únicamente en las condiciones que pueden comprometer la vida de un paciente, sino también en cómo ese paciente puede vivir más feliz, en un estado de mayor bienestar. De hecho, nuestra especialidad siempre ha estado muy relacionada con la mejora de la calidad de vida, ya que la gran mayoría de las patologías que atendemos tienen que ver con cómo hacer que la vida sea más cómoda”.
UN EQUIPO, UNA VOZ
Lo ocurrido en el Hospital de La Serena no fue un evento aislado, sino el resultado de una evolución sostenida del equipo de Otorrinolaringología, que hoy es uno de los servicios con más especialistas de su tipo en el país, lo que viene a consolidar su rol de referente regional en esta rama de la medicina, la cual está presente en el establecimiento desde hace más de siete décadas, constituyendo un polo de desarrollo para el recinto. En paralelo al desarrollo técnico, el hospital ha impulsado una mirada más inclusiva de la salud, en la que el bienestar se mide también en cómo las personas se reconocen y sienten al hablar, al mostrarse y al ser vistas.
Desde enero de este año, el establecimiento creó el Comité de Voz, que está conformado por un equipo multidisciplinario de profesionales altamente capacitados, que evalúan integralmente a las y los pacientes o usuarios, antes y después de cada intervención. Se aplican encuestas validadas de calidad de vida, estudios objetivos de laboratorio vocal y sesiones garantizadas de fonoterapia pre y postoperatoria. Este enfoque no sólo garantiza la calidad técnica de las cirugías, sino también su pertinencia ética y humana.
Joaquín Plaza, coordinador de fonoaudiología de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del recinto de salud serenense, destacó la relevancia de la colaboración entre diferentes disciplinas para ofrecer una atención integral donde cada especialista aportó su experiencia para garantizar un trato respetuoso y centrado en las necesidades de las y los usuarios. “Esta cirugía es, ante todo, una decisión personal de los usuarios. Sin embargo, es fundamental que esa decisión vaya acompañada de un proceso de preparación y acompañamiento vocal previo. En el caso de la usuaria, este proceso fue llevado a cabo de manera rigurosa gracias al trabajo conjunto y multidisciplinario del equipo”.
UNA NUEVA FORMA DE HACER SALUD PÚBLICA
Este hito marca el comienzo de un modelo de atención más inclusivo, que reconoce la diversidad de las personas no como una excepción, sino como parte de la norma, donde el equipo multidisciplinario que compone la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital de La Serena realiza un trabajo diario y arduo para mejorar la calidad de vida de quienes se atienden en el recinto de salud de la capital regional.
Al respecto, el doctor Olavarría destaca la importancia del equipo de salud y pone en valor el rol de los fonoaudiólogos en este capítulo de la historia en la medicina de la Región de Coquimbo. “Nuestros fonoaudiólogos cumplen un rol clave al recoger información valiosa del paciente, muchas veces identificando antecedentes que nosotros no detectamos. En varios casos, el manejo fonoaudiológico permite evitar una cirugía. No todas las personas con incomodidad vocal por identidad necesitan operarse, y por eso es fundamental recalcar la importancia de los profesionales en este proceso. Si se opta por la cirugía, su acompañamiento en el postoperatorio, que puede durar entre uno a tres meses, es crucial para que los pacientes o usuarios alcancen una recuperación exitosa”.
Desde los quirófanos de La Serena no sólo emergen nuevas voces, nace también una nueva manera de entender y practicar la medicina pública: una donde la técnica y la empatía se entrelazan para garantizar algo tan básico como poderoso, el que todas las personas puedan habitar su cuerpo y su voz con dignidad.