por elmostrador
18 de julio de 2025
Este 18 de julio se celebra el Día del Helado Chileno, con sabores patrimoniales, alternativas vegetales, promociones especiales y el gran festival Chile Bajo Cero 2025. Una oportunidad ideal para rendir homenaje a uno de los favoritos de todos y disfrutarlo incluso en pleno invierno.
El helado ya no es solo un placer veraniego. Hoy se consume durante todo el año, en formatos diversos y con una variedad de sabores que lo han transformado en un fenómeno cultural y económico. En 2024, el mercado de helados en América Latina alcanzó los US$4.300 millones, con una proyección de crecimiento anual del 2,6% hasta llegar a los US$5.600 millones en 2033, según el informe de Imarc Group.
Con un consumo que superó los 11 kilos per cápita en 2023, Chile se posiciona como el mayor consumidor de helado de América Latina, por sobre países como Brasil y México. Esta pasión por lo frío ha impulsado al mercado local a una valoración de US$384 millones, y se espera que crezca a una tasa anual del 4,1% durante la próxima década.
El boom responde a múltiples factores: un mayor poder adquisitivo, la sofisticación de la oferta y la irrupción de productos premium, veganos, sin azúcar o sin lactosa, que responden a nuevas preocupaciones sobre salud y sostenibilidad. Según una encuesta de IPSOS, el 73% de los chilenos consumiría helados de origen vegetal si estos ofrecen una calidad nutricional igual o superior a sus contrapartes tradicionales.
Chile Bajo Cero 2025: el gran festival de la heladería nacional
Este creciente interés se consolida con iniciativas como Chile Bajo Cero 2025, el festival del helado más importante del país, que se celebrará los días 18, 19 y 20 de julio en el Mercado Urbano Tobalaba (MUT). Coincidiendo con la conmemoración del Día del Helado Chileno, esta nueva edición busca consolidarse como un evento clave para visibilizar y fortalecer a la industria heladera nacional, particularmente a los maestros artesanales.
El festival busca promover el consumo de helado durante todo el año —especialmente en invierno— y celebrar la diversidad de sabores y técnicas que hoy enriquecen la oferta nacional. La edición 2025 contará con una vitrina especial de sabores representativos de distintas regiones del país, inspirada en la primera conmemoración oficial del Día del Helado Chileno en 2024.
Además del evento principal, se invita a heladerías de todo Chile a sumarse con promociones, sabores especiales y activaciones locales, difundiendo sus propuestas bajo los hashtags #DíaDelHeladoChileno y #ChileBajoCero.
Porque más allá del consumo, en Chile se vive una verdadera reconquista del sabor. Las heladerías artesanales han tomado protagonismo con propuestas que rescatan ingredientes patrimoniales y crean nuevas narrativas gustativas. En el caso de Emporio La Rosa, desde su creación ha apostado por sabores con raíces profundas.
El primer éxito fue el helado de rosa, inspirado en los jardines chilenos y la nostalgia de la infancia. Luego vinieron el manjar blanco, clásico de la repostería nacional, y el chocolate araucano, elaborado con cacao latinoamericano, un guiño al sur y a la intensidad del sabor.
“Hemos buscado que cada sabor sea un puente entre el pasado y el presente. Partimos de ingredientes que forman parte de la memoria chilena y los transformamos en helados que sorprenden sin perder su esencia”, explican desde la marca. Hoy, sabores como el manjar blanco y el chocolate araucano son algunos de los más demandados por el público, que busca no solo indulgencia, sino también conexión emocional y sentido de pertenencia.
A esta ola se suma también IKEA, que celebrará el Día del Helado Chileno con una promoción especial: helados a solo $490 en sus tiendas de Parque Arauco y Mall Plaza Oeste. En estos espacios, los visitantes pueden preparar su propio helado en máquinas exclusivas de la marca sueca, una experiencia lúdica que ha conquistado tanto a niños como adultos y que refleja cómo el helado se ha transformado en un ritual cotidiano.
El boom vegetal y la tecnología detrás del placer
El auge de la heladería no está desligado de las nuevas tendencias alimentarias. Según Ipsos, el 73% de los chilenos estaría dispuesto a consumir helados de origen vegetal si ofrecen igual o mejor calidad nutricional. Esta demanda ha impulsado el desarrollo de helados “better for you”, sin lactosa, sin azúcar y con probióticos o ingredientes funcionales.
Desde Tetra Pak, explican que gracias a tecnologías como la extrusión a baja temperatura y la homogeneización, hoy es posible crear helados vegetales con menos grasas y azúcares, manteniendo la textura y cremosidad del producto lácteo tradicional. Incluso el uso de proteínas vegetales como las del guisante permite diseñar postres congelados que favorecen la salud intestinal y amplían las posibilidades creativas.
“El desafío no es solo imitar el helado clásico, sino crear una experiencia completamente nueva”, destacan desde su Academia de Helados, que apoya tanto a grandes productores como a emprendimientos emergentes.
La expansión del consumo de helados en Chile no se limita a una moda. Se trata de un cambio estructural que involucra historia, tecnología, salud y sostenibilidad. La industria nacional se encuentra en una posición privilegiada para liderar esta transformación no solo a nivel regional, sino también global.
Porque en un país donde el helado ha dejado de ser un antojo estacional para convertirse en un símbolo cultural, iniciativas como Chile Bajo Cero, el avance en innovación vegetal y el rescate de sabores tradicionales no solo celebran un producto, sino que cuentan quiénes somos como sociedad.