por IGN España

1 de julio de 2025

Sonic Generations cumplió 13 años el pasado noviembre, momento que se aprovechó para lanzar su remaster y una expansión sobre Shadow a tiempo para el debut del erizo negro en los cines. Ahora, meses después se han propuesto volver a correr en Nintendo Switch 2 para mejorar lo ya visto en el anterior modelo híbrido y darnos esa sensación de ir a toda velocidad que tanto nos gusta.

La relación de Sonic y Nintendo siempre ha sido muy buena desde que SEGA dejó las consolas, siendo la compañía que ha recibido más títulos del erizo y sus amigos, con varias entregas exclusivas de consolas portátiles y también incluso en la incomprendida Wii U.

Sin embargo, Wii se perdió la fiesta del 20º aniversario de Sonic (aunque sí que hubo una versión diferente para Nintendo 3DS) y Nintendo Switch parecía la perfecta oportunidad para enmendar ese error, aunque el resultado todavía podía mejorarse para acercarse a lo ofrecido en las otras consolas, y por ello existe esta nueva versión, para saldar esa deuda pendiente de la mejor manera posible. Casi siempre.

Radical Highway se reencuentra con su verdadero dueño

Shadow debutó en 2001 en Dreamcast, y un año más tarde volvió en GameCube, una consola en la que nos pudo contar gran parte de su historia, una historia que comenzaba con el nivel de Radical Highway. Este nivel ha estado perdido en el tiempo (aunque Sonic sí pudo recorrerlo en Nintendo 3DS), pero ahora vuelve a ser el escenario para su auténtico protagonista, hasta el punto de que lo visitamos tantas veces que se ha convertido en un meme.

Pero ahora toca recorrerlo como nunca antes en portátil, a 60 fps en modo rendimiento y, si eso no es nostalgia acompañada de adrenalina, no sé lo que lo sería. Y no es el único nivel clásico que vuelve, ya que todo lo que hay en Sonic x Shadow Generations es una oda al pasado de ambos erizos, salvo el nuevo nivel de Space Colony (un lugar que sí es clásico) que sirve de inicio para esta aventura del oscuro héroe que ha hecho crossover con Batman.

60 fps en TV y ahora también en la palma de la mano

Sega siempre ha tenido un problema con los Sonic 3D desde los Adventure, y es que nunca ha sabido complacer a todos los fans, habiendo intentado muchas fórmulas (algunas con mejor resultado que otras). La cosa cambió con Sonic Generations, considerado por muchos como la panacea, y por ello con Sonic Forces intentaron en parte replicar la misma estrategia pero con varias ideas fallidas.

Escenarios reconocibles con un nuevo toque

Pese a ello, con Shadow Generations han conseguido no solo coger la base de esa entrega tan querida, sino añadir los propios poderes de Shadow, algunos elementos de Sonic Frontiers y otros pequeños detalles para hacer que Shadow protagonice la mejor experiencia a los mandos de toda la franquicia en 3D (por algo es la forma de vida definitiva).

Ahora en Nintendo Switch 2 además puede desenvolverse a 60 fps en portátil y en sobremesa con el modo rendimiento (alcanzando los 1080p en el televisor), ofreciendo la mejor experiencia a los mandos y a la vista que nunca se había visto en un erizo que corriera por los circuitos de una consola de Nintendo, y si vienes de Switch puedes sentir ese salto generacional: moverse entre raíles, rebotar a base de Homing Attacks entre enemigos y correr a toda pastilla es algo que ahora se siente mucho más fluido y vivo que antes.

Las sombras

Pero no todo son buenas nuevas si hablamos de esta versión, o mejor dicho, del trato dado a los usuarios de la nueva máquina de la Gran N, y es que Sonic x Shadow Generations cuenta con un par de decisiones cuando menos cuestionables por parte de Sega.

maldigo tu tacañería, sega

Que sea una Game Key Card en formato "físico" lo tenemos asumido, pero lo peor viene cuando vemos que, aunque podemos pasar nuestra partida guardada de Switch 1 a Switch 2 al arrancar el juego (si hicimos la transferencia de datos), no podremos adquirir un paquete de mejora, ni siquiera pagando, que haga que el juego se vea y corra como en la edición específica para la recién estrenada consola.

Si queremos ver a Shadow, Sonic y compañía a la máxima resolución y framerate tocará pasar de nuevo por caja y adquirirlo entero, algo que se aplica también a sus DLC, asociados a su respectiva versión. Mal.

La luz que alumbra el futuro de la saga

Pero pasemos a temas más halagüeños. Si bien cuando se anunció este juego vimos poco más que un remaster del Sonic 3D más querido con una expansión extra de Shadow, la realidad al jugarlo es que lo sentimos como todo lo contrario.

Shedding light on the situation.
pasado, presente y ojalá futuro de sonic, juntos

Es decir, estamos ante una aventura del antihéroe que de regalo nos trae el susodicho remaster. Y es que el paso del tiempo se nota (por mucho que Sonic Generations haya incluido el jump dash de Sonic Mania), y el Hedgehog Engine 2 de Shadow Generations lo hace sentir mucho más como un juego actual en todos sus aspectos, desde el lobby 3D que podemos explorar hasta en las batallas contra jefes míticos de la franquicia.

No me equivoco al decir que SEGA ha encontrado, por fin, la solución a su problema con los Sonic 3D en lo jugable para complacer a todo el mundo, aunque ha tenido que ser uno de sus rivales el que haya dado con la tecla. Puede que esta versión no sea por sí sola un motivo para volver a visitar los recorridos para el que ya lo hiciera hace menos de un año, pero sí que es imprescindible para el seguidor de estos personajes que no lo hubiera hecho todavía.

Además, terminarlo solo nos deja con ganas de más y pensando en que el futuro será brillante (u oscuro, según se mire); así que, como diría Jim Carrey: "Vaya con Dios, erizo apestoso".