por SomosXbox
5 de julio de 2025
Uno de los proyectos que fue fulminado en los recientes recortes de Microsoft sobre Xbox fue el RPG conocido como Blackbird. El RPG cancelado de Zenimax, que llegó a cautivar al propio Phil Spencer, iba a ser ambientado en un mundo vibrante y complejo, el juego prometía una fusión única de ciencia ficción, narrativa profunda y jugabilidad vertical. Ha sido TrueAchievements, quienes habrían expuesto desde sus fuentes una gran cantidad de información sobre el proyecto que, dadas las circunstancias, no será posible seguir desarrollándolo. Este RPG, prometía ser una ambiciosa evolución en el género de los MMORPG.
Ambientado en el planeta Soteria, un mundo partido entre un hemisferio abrasado por el sol eterno y otro cubierto de hielo, el juego situaba su acción principal en la región habitable llamada «The Twilight Band». Allí se encontraba Exodus, una megaciudad flotante gobernada por una inteligencia artificial llamada PAN, encargada de mantener el orden en una sociedad profundamente estratificada y dominada por cinco influyentes sindicatos alienígenas. Cada uno de estos grupos presentaba características únicas, desde razas arrogantes con vocación imperial hasta especies acuáticas dependientes de exoesqueletos, pasando por expertos en negocios y manipuladores mediáticos.
El RPG cancelado de ZeniMax prometía revolucionar el género de los MMORPG
Entre las facciones que se han descrito, encontramos a los Menst, que son una raza antigua y arrogante, o los Calpiten, que eran maestros de la manipulación, los Nemocytes, que son una especie acuática que dependían de exoesqueletos para sobrevivir fuera del agua, los W’Hurran, peludos y expertos en negocios, así como los Trahet, que eran especialistas en extraer secretos. Los jugadores encarnarían a Revenants, humanos aumentados por PAN para servir de equilibrio ante el caos generado por las facciones. La narrativa giraba en torno al asesinato de un alto cargo de uno de los sindicatos, desencadenando una serie de misiones de investigación con asesinos poderosos, líderes secretos y dilemas morales. Los Revenants, aunque admirados por los humanos, generaban temor en las élites alienígenas, lo que aumentaba la tensión.
ZeniMax buscaba narrar una historia de tensión política, crimen y misterio, donde la investigación del asesinato de un alto cargo alienígena sería el detonante de eventos que llevarían al jugador a enfrentarse a desafíos cada vez mayores, tanto dentro como fuera de Exodus. La progresión prometía un sistema de personalización detallado y profundo, permitiendo a los jugadores modificar aspectos físicos y cibernéticos de sus personajes, sus apartamentos, vehículos y armamento.
Desde el punto de vista jugable, Blackbird apostaba por una travesía vertical. Con mecánicas de parkour y el uso de un gancho de agarre, los jugadores podían escalar y desplazarse libremente por cualquier superficie del entorno urbano. Este enfoque buscaba ofrecer una experiencia fluida e intuitiva, inspirada en juegos como Spider-Man y Warframe, sin que el nivel de habilidad limitara el acceso a contenido. A esto se sumaban actividades cooperativas, eventos públicos, modos de juego creativos e incluso pruebas inspiradas en deportes futuristas que aprovechaban las mecánicas de desplazamiento.
A pesar del entusiasmo mostrado por los directivos de Xbox en fases previas, el proyecto fue cancelado tras una ronda de despidos que afectó a 9.000 empleados en Microsoft. Según fuentes cercanas, el equipo de desarrollo había presentado una demo prometedora y estaba listo para iniciar la producción completa en octubre de 2025, con una ventana de lanzamiento prevista para finales de 2028. La decisión de suspender el proyecto tomó por sorpresa a ZeniMax, que ya estaba formalizando nuevas inversiones para acelerar el desarrollo.
La cancelación de Blackbird ha dejado al descubierto no solo un cambio estratégico en Xbox, sino también la fragilidad de grandes proyectos creativos frente a decisiones corporativas. El juego representaba una apuesta narrativa, visual y mecánica que podría haber renovado el género. Ahora, queda como testimonio de una visión que nunca se materializará.