(CNN) — El presidente Donald Trump anunció el miércoles lo que podría ser una noticia refrescante para algunos estadounidenses: gracias a él, Coca-Cola está cambiando su receta estadounidense.

“He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido. Quiero agradecer a todas las autoridades de Coca-Cola”, aseguró en una publicación en redes sociales.

“Esta será una muy buena decisión por su parte. Ya verán. ¡Es simplemente mejor!”

Un portavoz de The Coca-Cola Company no confirmó el cambio, pero declaró a CNN: “Agradecemos el entusiasmo del presidente Trump por nuestra icónica marca Coca-Cola. Próximamente, compartiremos más detalles sobre las nuevas e innovadoras ofertas de nuestra gama de productos Coca-Cola”.

El mandatario  anunció el desarrollo en un día consumido por la inestabilidad en el Medio Oriente, las especulaciones sobre si despedirá al presidente de la Reserva Federal y la creciente indignación de su base MAGA por el manejo de su administración de la investigación sobre el fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein.

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La devoción del presidente por la Coca-Cola Light ha sido bien documentada, incluido su “botón de Coca-Cola Light”, una pequeña caja de madera con un botón rojo en el escritorio Resolute del Despacho Oval que llama al asistente presidencial para que le traiga la bebida.

Sin embargo, ha tenido enfrentamientos con la empresa en el pasado, incluso en 2021, cuando Coca-Cola se pronunció en contra de las leyes de su estado natal, Georgia, que restringen el acceso al voto. No obstante, sus propiedades siguieron vendiendo sus productos.

Ya en 2012, el entonces empresario publicó que la empresa “no estaba contenta” con él, pero admitió: “No pasa nada, seguiré bebiendo esa basura”.

Las cosas parecieron mejorar en enero, cuando el presidente de Coca-Cola, James Quincey, obsequió a Trump con una botella inaugural de Coca-Cola Light antes de su segunda toma de posesión.

Esa botella conmemorativa, y el anuncio de Trump del miércoles, son solo algunos de los muchos ejemplos que ponen de relieve el nuevo poder del presidente en el mundo empresarial estadounidense en su segundo mandato.

La Coca-Cola estadounidense se elabora con jarabe de maíz con alto contenido en fructosa, algo contra lo que ha luchado agresivamente el secretario de Salud y Servicios Humanos de Trump, Robert F. Kennedy, Jr.

Su homóloga mexicana se elabora con azúcar de caña, una importante exportación del país, y se comercializa en Estados Unidos.