por Hipertextual
8 de junio de 2025
And Just Like That, el spin-off de la icónica serie de finales de los noventa Sexo en Nueva York, se enfrentó desde su estreno a un dilema. Contar una dimensión nueva de una historia que, luego de seis temporadas y dos películas, tenía pocos elementos originales para explorar. Pero al final, la serie lo logró, al dedicar tiempo e interés a sus personajes a partir de un punto de vista más íntimo. De modo que la producción encontró a Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), enfrentando la madurez y una temprana viudez. Un cambio radical que brindó al argumento un giro más adulto. También, menos frívolo y más concentrado en reflexionar sobre tópicos más complejos que los habituales en su trama.
Además, And Just Like That recuperó la provocadora visión sobre las mujeres y su perspectiva del mundo que hizo famosa a la serie original. Pero, eso trajo su propio inconveniente: enfrentar un mar de producciones que tocaban la misma perspectiva. De modo que las primeras temporadas, se esforzaron por encontrar un lugar en medio de una oferta televisiva, en la que ninguno de esos temas son novedosos. La producción lo logró, al profundizar en la búsqueda de identidad, la exploración sexual e incluso, el miedo a la muerte, de manera sencilla. Todo, sin perder su sentido del humor, su burlona visión sobre la vida en la ciudad e ingenua versión sobre la búsqueda del amor.
Por lo que su tercera entrega, cuyos primeros capítulos ya están disponibles en Max, tenía un doble reto. A un lado, encontrar su personalidad en medio de una época en la que los dilemas femeninos se debaten a diario en distintos medios. En el otro, ser algo más que solo un melodrama adulto. A la vez, reavivar el espíritu que hizo a la serie original un suceso de la cultura pop.
Para alegría de los fanáticos, la serie triunfa en ambas cosas. Para demostrarlo, te dejamos tres razones para ver los nuevos capítulos de And Just Like That. De un enfoque más directo y ordenado a sus temas, a un tipo de humor sofisticado que recuerda a sus mejores momentos. Todo para celebrar el regreso de una de las historias más queridas de la televisión.
Menos es más en ‘And Just Like That’
Si un elemento hizo complicado el seguir la nueva etapa de Carrie, Miranda (Cynthia Nixon) y Charlotte (Kristin Davis), fue el confuso contexto que les rodeaba. Los productores Michael Patrick King y Sarah Jessica Parker incluyeron no solo a los personajes tradicionales de la recordada serie de finales de los noventa. También, a todo un nuevo grupo, que tenía por objetivo enmendar la criticada falta de diversidad e inclusión de Sexo en Nueva York. Un tema incómodo que provocó todo tipo de señalamientos acerca de la incapacidad de la producción para enfrentar a una nueva audiencia.
De modo que And Just Like That incluyó a dos personajes nuevos, además de todo tipo de representaciones de diferentes comunidades en su reparto. De la comediante no binarie, mexicana-irlandesa Che Díaz (Sarah Ramírez) a Lisa (Nicole Ari Parker), una documentalista afroamericana. Lo cierto es que el programa se llenó de nuevos rostros, historias, puntos de vista y sutiles comentarios políticos. Y aunque la mayoría funcionó, buena parte de todo este torbellino de novedades terminó por volver la historia central desordenada y hasta caótica.
Por lo que uno de los puntos altos de la tercera temporada, es simplificar su escenario de relatos y figuras. Así que la historia vuelve sobre Carrie, en el inevitable dilema acerca de su futuro, Miranda, en plena exploración sexual, y Charlotte, enfrentándose a la maternidad contemporánea. La decisión es acertada, en la medida en que la historia se ha vuelto más ágil, mejor narrada y más precisa. También, mucho más divertida y menos solemne de lo que fue en las dos temporadas precedentes. Buenas noticias para sus incondicionales.
Vuelve la voz en 'off' de Carrie para la nueva temporada
Uno de los elementos que se echó más en falta en el revival de Sexo en Nueva York, fue la voz en off de Carrie. Como se recordará, la serie original estaba basada en la columna que el personaje publicaba de manera semanal. De modo que su voz era tanto un alivio cómico, como un hilo conductor de todo lo que ocurría, a menudo al mismo tiempo. De modo que, a pesar de siempre ser la historia de cuatro personajes, cada capítulo era compacto y bien pensado para resultar entretenido.
And Just Like eliminó el recurso. En particular, porque la serie se basaba ya no tanto en las vivencias de sus personajes principales, como en una especie de reflexión acerca de su edad madura. Pero, al ser de nuevo un grupo de historias — y más numerosas que la producción original — a menudo la serie desconcertó en su forma de relatar sus dilemas. De escenas que parecían no pertenecer a ninguna parte hasta un ritmo atropellado, apresurado e inconcluso. Pronto se hizo evidente que la producción necesitaba, al menos, una columna vertebral narrativa para analizar sus tópicos y giros.
La tercera temporada toma la sabia decisión de volver a usar la voz de Carrie para hilvanar el argumento. Lo que permite que todos los capítulos, tengan esa divertida y hábil capacidad para narrar historias en paralelo. Eso, sin perder la fuerza de su trama principal. Un añadido necesario, ahora que la trama es mucho más coral que nunca y hay mucho que contar con respecto a lo que rodea a cada una de sus protagonistas.
Regresó el humor a ‘And Just Like That’
La primera temporada de la serie empezó con un suceso que cambiaría la historia del universo en adelante: la muerte de John James Preston/Mister Big (Chris Noth). El que fuera el gran amor de Carrie y después, su esposo, murió y dejó a la protagonista sumida en un duelo que se extendió por toda la primera temporada. Algo que hizo del tono de la entrega y la siguiente, un tanto sobrio y doloroso. Además, de más reflexivo acerca de la naturaleza del amor, el tiempo y la muerte.
Pero la tercera temporada de And Just Like That recupera el sentido del humor de la inolvidable Sexo en Nueva York y lo lleva a un nuevo nivel. En especial, al lograr incluir temas como la búsqueda de la satisfacción sexual, la experimentación, la menopausia y hasta el desencanto en la fórmula. Todo claro, a partir del punto de vista sofisticado, extravagante y siempre hilarante que define a esta historia icónica desde sus comienzos.