18 de julio de 2025
Puede que en alguna ocasión te haya pasado que, al ausentarte un tiempo de casa, a tu regreso los desagües de lavabos y, sobre todo, el desagüe del fregadero desprendan malos olores. De entrada, ya te adelanto que es algo bastante normal y que, por lo general, el culpable suele ser el sifón.
En casa nos ocurre especialmente cuando, durante las vacaciones, nos ausentamos más días de lo habitual. Esos días en los que no se usa el fregadero o el lavabo terminaban haciendo que la casa oliese mal. O eso ocurría hasta que empezamos a aplicar un sistema muy sencillo.
El motivo de los malos olores

Échale la culpa al sifón. Para empezar, hay que aclarar que el hecho de que los desagües desprendan malos olores cuando no se usan es un problema muy común y tiene una explicación simple: el sifón.
Puedes comprobarlo fácilmente. Mira debajo del fregadero o del lavabo y verás que la mayoría, por no decir todos, tienen un sifón o trampa de agua, un tramo en forma de U o de S que siempre mantiene un poco de agua. Esta pieza no está ahí por capricho: el agua que retiene actúa como barrera que impide que los gases del alcantarillado suban al interior de la vivienda.

Un arma de doble filo. El problema surge cuando, durante un tiempo, no se usa ese desagüe. El agua acumulada en el sifón se evapora con el paso de los días o semanas y, al no haber agua, los gases del sistema de saneamiento pueden subir sin obstáculos y generar malos olores.
En casa teníamos ese problema y lo solucionamos de una forma muy sencilla: basta con dejar cerrado o puesto el tapón del fregadero o del desagüe cuando nos vamos a ausentar. Así impedimos que los gases de los materiales en descomposición que se acumulan en el sistema de saneamiento puedan salir por el desagüe.

En el caso de que tu fregadero o lavabo no tenga un tapón que ajuste bien, puedes encontrar por muy poco dinero en cualquier ferretería pequeños tapones tipo ventosa, que sirven para impedir que salga el aire proveniente del sistema de saneamiento.
Pero además, y para lograr un mejor aislamiento, también tapamos (con un poco de cinta adhesiva es suficiente) el aliviadero que hay tanto en los lavabos como en el fregadero, ya que si no se hace, por esa zona también pueden salir los malos olores.
No es la única causa

Además del sifón seco, otras posibles causas son la acumulación de restos (jabón, pelos, grasa) que fermentan con el tiempo, fallos en la ventilación de la instalación (si la tubería de ventilación que iguala presiones está obstruida) o pequeñas fugas o grietas en el sifón o en la tubería.
Dicho esto, si después de aplicar los pasos más sencillos no logras identificar el problema ni eliminar los malos olores, lo más recomendable es contactar con un profesional. Así podrá analizar la situación y ofrecerte la mejor solución. En mi caso, ya te adelanto que bastó con taponar el desagüe para que los malos olores desaparecieran por completo.
En Xataka SmartHome | Este es el truco que usa mi fontanero para desatascar el fregadero en pocos minutos
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La noticia
Cada vez que volvía de vacaciones mi casa olía a podrido. La solución ha sido este gesto en fregadero y lavabos
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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