por ComputerHoy
2 de julio de 2025
Científicos han advertido que la Tierra está acelerando su rotación, y esto podría tener como desencadenante próximo que podríamos vivir el día más corto jamás antes registrado, y estaría muy cerca de suceder.
Graham Jones, astrofísico de la Universidad de Londres, ha señalado que el planeta podría rotar más rápido de lo habitual en una de tres fechas de este mismo verano: el 9 de julio, el 22 de julio o bien el 5 de agosto.
En concreto, señala que en esas jornadas el tiempo podría reducirse 1,30, 1,38 o 1,51 ms, respectivamente.
Si bien la reducción es mínima, asegura que estos cambios pueden acabar teniendo un impacto importante en sistemas como los GPS, pero también en las telecomunicaciones y hasta en la medición precisa del tiempo: "Nadie esperaba esto, la causa de esta aceleración no está explicada", señala Leonid Zotov, científico de la Universidad Estatal de Moscú.
Pero esta investigación no es nueva, porque los científicos llevan alertando desde 2020 que existe una ligera, pero constante, aceleración en la rotación del planeta. Anteriormente, en siglos pasados, la tendencia era todo lo contrario, es decir, a la desaceleración debido al tirón gravitacional de la Luna.
Cabe aclarar que, a día de hoy, el día más corto jamás registrado fue el 5 de julio de 2024, cuando la rotación se adelantó en 1,66 ms respecto a las 24 horas estándar.
Estas alteraciones podrían estar relacionadas con distintos factores naturales, como terremotos, corrientes oceánicas, derretimiento de glaciares, cambios en el núcleo líquido del planeta o fenómenos climáticos como El Niño.
“El núcleo de la Tierra no es sólido, está compuesto por material líquido en movimiento. Ese desplazamiento cambia la forma y el equilibrio del planeta, algo parecido a cuando una patinadora gira más rápido al recoger los brazos”, explican los científicos.
Todos estos datos provienen del Observatorio Naval de Estados Unidos y de servicios internacionales de rotación terrestre, que van ajustando sus modelos con correcciones sistemáticas.
Si bien estos cambios puedan parecer anecdóticos, podrían acabar afectando a redes de telecomunicaciones, sistemas bancarios y satélites, que dependen de una sincronización precisa.
Si esta aceleración continuara, los expertos podrían enfrentarse a una situación sin precedentes: tener que quitar un segundo, es decir, aplicar un “segundo negativo”.
“Sucederá tarde o temprano: la Tierra desacelerará. Pero por ahora, el giro se está acelerando”, ha pronosticado Zotov.
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