por Hipertextual
4 de julio de 2025
El consumo de suplementos hace mucho tiempo que se nos empezó a ir de las manos. La cultura de la inmediatez nos ha llevado a preferir desayunar un bol de pastillas en vez de buscar todos los nutrientes que necesitamos a través de la dieta. Buena parte de culpa la tienen las redes sociales, donde continuamente vemos a los famosos influencers lifestyle atiborrándose a píldoras para rendir mejor en el gimnasio, inflar sus músculos después de las pesas o tener el pelo y la piel más bonitos. Hay para todo, pero, desde luego, los suplementos de vitamina D suelen estar entre los más habituales.
No nos paramos a pensar que algo tan necesario para nuestra salud pueda ser perjudicial si abusamos. Pero lo cierto es que la dosis es esencial con absolutamente todo. Incluso el agua puede matarnos si tomamos demasiada.
La vitamina D es una vitamina liposoluble. Eso significa que, al contrario que las hidrosolubles, como la vitamina C, no se elimina el exceso a través de la orina, sino que se acumula en nuestro organismo junto a la grasa. Como resultado, si tomamos demasiada cantidad, podemos experimentar una sobredosis.
Varios hospitales han alertado ya de demasiados casos de intoxicaciones por sobredosis en los últimos meses. Resulta preocupante, por lo que se ha hecho un llamamiento a pacientes y sanitarios para que se controle mucho más su consumo. Porque, en realidad, si nos da el sol regularmente, aunque solo sea un poco, lo más probable es que no necesitemos suplementos de vitamina D. Por mucho que lo diga nuestro influencer lifestyle de cabecera.
¿Por qué se toman tantos suplementos de vitamina D?
Hay dos motivos principales por los que se toman tantos suplementos de vitamina D. Por un lado, como hemos visto, está la recomendación de los influencers cuyos pastilleros están más llenos que el de un señor polimedicado de 80 años.
Pero, por otro lado, es cierto que a veces son los propios médicos quienes prescriben los suplementos de vitamina D. Esto se debe a que, según han señalado varias sociedades científicas en los últimos años, durante mucho tiempo se han calculado mal los límites inferiores de lo que se consideran niveles saludables de vitamina D. Estos estaban inicialmente marcados en 30 ng/ml. Sin embargo, los estudios más recientes han apuntado a 20 ng/ml. Muchísima población está entre 20 y 30 ng/ml, por lo que muchas personas estarían tomando suplementos de vitamina D sin necesitarlos.
Esta vitamina puede ingerirse en la dieta, pero en cantidades muy bajas. La mayor parte la obtenemos cuando las radiaciones solares inciden en nuestra piel, pero basta con apenas 10 o 15 minutos al día, unas 3 veces por semana. Esto es algo a lo que la inmensa mayoría de la población estamos expuestos.

Por todo esto, salvo que haya síntomas muy llamativos, ni siquiera se pide analizar esta vitamina en las analíticas. O al menos no se pedía, ya que hoy en día muchos pacientes insisten en solicitarlo al escuchar en redes sociales la importancia de su consumo. Si a eso sumamos que en redes sociales también se suele decir que nos estamos pasando con la protección solar y que eso está afectando a nuestros niveles de vitamina D, la alarma es aún mayor. Pero no, no es cierto. Hacemos bien en usar protección solar y eso no nos impide conseguir los niveles que necesitamos de dicha vitamina.
¿Cuáles son las consecuencias de estas intoxicaciones?
Desde el Hospital de Son Espases, en Mallorca, han alertado recientemente que en 2024 atendieron alrededor de un centenar de casos de intoxicaciones por vitamina D. El doctor Borja Quiroga, nefrólogo en el Hospital Universitario de La Princesa, ha explicado en una entrevista a la Cadena Ser que cada vez atiende más casos de piedras en el riñón debido al consumo excesivo de suplementos de vitamina D. Esta vitamina, entre otras funciones, ayuda a absorber el calcio de los alimentos, por lo que un exceso de ella en nuestro organismo puede provocar la acumulación de calcio en forma de piedras.
Tanto este médico como los profesionales de Son Espases recuerdan que los suplementos de vitamina D solo deberían pautarse a personas con enfermedades asociadas a un déficit muy grande de esta vitamina. Es, por ejemplo, el caso de la osteoporosis, la enfermedad renal o algunas afecciones neurológicas. La mayoría de la población posiblemente no la necesitará en toda su vida.

Por eso, salvo que haya síntomas claros, tampoco debería solicitarse analítica. Con este llamamiento por el consumo de suplementos de vitamina D también se ha alertado que cada vez se piden más analíticas y que eso está suponiendo un gran coste económico a la sanidad española.
Si tomas suplementos de vitamina D, sigue las pautas
Por otro lado, puede que la analítica señale que hacen falta suplementos, pero solo durante un periodo corto de tiempo. Sin embargo, muchas personas deciden alargar el tiempo de consumo o cambiar las pautas. Las consecuencias pueden ser incluso peores que las piedras en el riñón. Por ejemplo, la sobredosis de vitamina D también puede ser perjudicial para la salud del corazón. No te la juegues y recuerda que con una dieta equilibrada y un poquito de luz del sol lo más probable es que no tengas que tomar suplementos. Lo mejor que te puede pasar, con las vitaminas hidrosolubles, es producir una orina muy cara. Lo peor, como en el caso de la vitamina D, es una grave sobredosis. No quieres ninguna de las dos cosas.