por elmostrador
4 de julio de 2025
Celebrar la determinación de instaurar este tema como prioritario en su campaña es también reconocer la evolución personal y política que han impulsado estas propuestas.
En un contexto donde la equidad de género se establece como una de las prioridades para construir una sociedad más justa, es destacable el compromiso que ha demostrado la candidata Evelyn Matthei en este ámbito. Las propuestas presentadas en su iniciativa “Mujeres libres, seguras y con oportunidades” refleja un diagnóstico certero con propuestas concretas: a) mujeres seguras; b) mujeres con más y mejores oportunidades laborales; c) mujeres con mejor calidad de vida.
Es fundamental reconocer el rol imprescindible que cumplen aquellas mujeres que se dedican al trabajo en el hogar. Su labor muchas veces invisibilizada es la base silenciosa que sostiene a miles de familias y comunidades. Por ello, debemos avanzar en políticas que las protejan, las acompañen y les den acceso a derechos y apoyo concreto. Así mismo, para quienes trabajan fuera del hogar, es urgente generar redes de apoyo que les permitan desarrollarse plenamente. En ese sentido, la ley de sala cuna universal no solo es prioritaria, sino también una señal clara de que entendemos el cuidado como una responsabilidad compartida.
Como sociedad, todos debemos hacernos responsables del bienestar de las mujeres, especialmente cuando se trata de erradicar la violencia. La creación de una red de apoyo real a mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, que incluya salud física y mental, vivienda, empleo y contención social, son acciones que deben trascender cualquier ideología.
Es relevante también cómo se aborda la inclusión de las mujeres en la economía, desde el subsidio a la formalización del empleo hasta la capacitación en áreas como minería, programación o finanzas, sectores donde históricamente han tenido poca participación. Estas medidas, junto con la mejora en la infraestructura de cuidados y la alerta nacional contra el cáncer en mujeres, son claves para mejorar la calidad de vida de millones de chilenas.
Celebrar la determinación de instaurar este tema como prioritario en su campaña es también reconocer la evolución personal y política que han impulsado estas propuestas. Pero el reto no termina en la política electoral; es nuestra tarea, desde distintos espacios y roles, promover medidas contundentes como la mejora en la atención y prevención de la violencia intrafamiliar, el desarrollo de estrategias para calles seguras y la garantía de acceso a oportunidades sin discriminación.
Finalmente, cuando ponemos el tema de la mujer en el centro de la discusión política, no estamos apostando por una causa aislada, sino por la transformación misma de la convivencia social. Es en este espíritu de compromiso colectivo, de empatía con las realidades que viven tantas mujeres y niños, que invito a reflexionar y actuar.
Juntas, podemos construir un Chile más justo para todos.
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