por IGN España

17 de julio de 2025

Darth Vader pasó a convertirse en el eje neurálgico del Imperio, pero no siempre fue así. Cuando Darth Sidious le salvó la vida en el llameante río de lava de Mustafar, sabía que Anakin iba a hacer grandes cosas bajo el abrigo del lado oscuro. Tras el incansable esfuerzo que supuso reparar su cuerpo, Vader fue colocado en altos rangos del Imperio, y eso, evidentemente, levantó ampollas.

Al principio hubo varios atentados contra la vida de Vader, impulsados por otros grandes adeptos que veían injusto el ascenso al poder de aquel "forastero". Naturalmente todos fracasaron, pero el ambiente en los altos rangos del Imperio era de crispación total durante el ascenso del nuevo ojito derecho de Sidious. Al principio, Vader era poco más que un usurpador en una armadura, pero naturalmente, no tardó mucho en demostrarle a todo el mundo que no era un soldado cualquiera.

Un gesto para silenciarlos a todos

Darth Sidious convocó una gran asamblea donde asistieron todos los altos cargos del ejército del Imperio, con el objetivo de discutir planes de acción y de presentar a Darth Vader como es debido. En aquella sala estaban los militares más importantes del Imperio, y muchos de ellos habían sido una pieza clave en la ejecución de la Orden 66. Ahora, la mayoría miraba a Vader con resentimiento, pero no les duraría mucho.

Subido al atril, Darth Vader avanzó para dirigirse a sus tropas, pero no articuló palabra. Con un leve gesto de la mano, Vader estranguló al mismo tiempo a cinco oficiales de alto rango del ejército imperial. Las tropas presenciaban atónitas como los generales luchaban sin éxito por respirar, hasta que inevitablemente cayeron muertos a los pies de Darth Vader. La sala se quedó en silencio.

En ese momento, el Imperio entero entendió que esa persona no era un usurpador en armadura, era el futuro del Imperio galáctico.