por ComputerHoy
6 de agosto de 2025
En pleno verano, es fácil caer en la tentación de encender el ventilador al máximo con la esperanza de que el aire fresco alivie el calor, pero si no lo estás usando bien, el resultado puede ser el contrario. Puede que no solo no te refresques, sino que la sensación de bochorno aumente.
Cabe señalar que el ventilador no enfría el aire, solo lo mueve, y su efectividad depende, sobre todo, de cómo lo utilices, puesto que no es un aire acondicionado, por lo que no genera aire frío, solo hace circular el que ya hay en la habitación.
Si el aire está caliente, lo que consigues es agitarlo sin que la temperatura baje, por eso, su colocación, mantenimiento, pero sobre todo su uso adecuado son clave para que funcione de verdad. A continuación, te contamos los errores más comunes según los expertos y cómo puedes evitarlos.
Lo estás usando mal: fallos que impiden que el ventilador funcione bien
- Lo colocas donde no debes: Uno de los fallos más usuales es poner el ventilador en medio de la habitación como si su efecto fuera automático, pero no lo es. Si quieres que funcione mejor, colócalo cerca de una ventana para atraer aire más fresco desde fuera. Por la noche, en cambio, orientarlo hacia el exterior ayuda a expulsar el calor acumulado durante el día. También puedes situarlo en una esquina, de forma que el aire fluya en diagonal a través del espacio.
- No lo limpias con frecuencia: El polvo es enemigo directo del buen funcionamiento del ventilado, por lo que si se acumula en las aspas o en la rejilla, no solo dificulta el flujo de aire, también lo hace más ruidoso y menos higiénico. Además, puede esparcir alérgenos por toda la habitación. La solución es limpiarlo cada dos semanas con un paño húmedo, desenchufado, claro. Presta atención también a la parte trasera del motor si tiene rejillas.
- Estás usando el tipo de ventilador equivocado: No todos sirven para lo mismo, ya que si intentas enfriar una habitación grande con un ventilador de escritorio, es probable que acabes frustrado. Para estancias amplias lo ideal es un ventilador de torre o de pedestal, que tienen mayor alcance y potencia. Los sin aspas ofrecen un flujo más suave y continuo, perfectos para dormitorios o zonas donde el ruido importa, pero suelen ser menos eficaces en espacios grandes.
- Lo dejas encendido todo el día: Parece inofensivo dejar el ventilador encendido sin parar, pero es un error, ya que este aparato no enfría habitaciones, solo refresca cuando estás dentro. Si no hay nadie en la estancia, solo está consumiendo energía. Además, forzar el motor durante horas seguidas puede desgastarlo más rápido. Si necesitas usarlo durante un periodo prolongado, busca modelos con temporizador o control remoto para apagarlo cuando ya no sea necesario.
- No creas flujo de aire fresco: Si el aire en la habitación está caliente, el ventilador no lo va a enfriar por sí solo, lo único que hará será mover el calor de un lado a otro. Para que funcione de verdad, tienes que facilitarle el trabajo, por lo que debes abrir ventanas para crear ventilación cruzada o bajar las persianas en las horas de más sol. También puedes combinarlo con otros métodos caseros, como colocar un recipiente con hielo delante del ventilador para crear una corriente algo más fresca.
- No usas las funciones inteligentes: Muchos ventiladores modernos incluyen modos nocturnos, temporizadores, ajustes de velocidad, oscilación automática e incluso control por app. Sin embargo, la mayoría de los usuarios apenas cambia el botón de encendido. Sacar partido a estas funciones puede marcar la diferencia. Por ejemplo, activar el modo "sleep" para reducir el ruido por la noche o programar su apagado para evitar que funcione más de la cuenta.
No se trata solo de enchufarlo y esperar a que el aire te salve del calor, la mayoría de las veces, acabar con pequeños hábitos marcan una gran diferencia. Colocarlo donde realmente mueva el aire, limpiarlo con frecuencia para que rinda como debe y apagarlo cuando no estás delante.
Se tratan de ajustes simples que no cuestan dinero, pero sí te ahorran consumo innecesario y frustraciones en plena ola de calor. Porque si algo queda claro, es que un ventilador no enfría habitaciones, así que antes de culpar al aparato, revisa cómo lo estás usando.
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Etiquetas: casa