por ComputerHoy
2 de julio de 2025
La estabilidad del universo, más que una certeza, es una suposición basada en cómo creemos que funciona la realidad. Pero la física moderna plantea algo mucho más inquietante, donde es posible que todo lo que conocemos —desde la materia hasta el tiempo— esté sostenido por un equilibrio que podría romperse en cualquier momento.
No sería por un asteroide, ni por una guerra, ni por ningún cataclismo, sino por un fenómeno cuántico silencioso. Si el campo de Higgs —el mismo que da masa a todas las partículas— cambiara de estado de forma repentina, el universo colapsaría sin previo aviso, sin dejar margen de reacción ni posibilidad de supervivencia, ya que no sería detectable.
El universo está sobre un falso vacío
Los científicos afirman que la estabilidad del cosmos es una suposición, no una garantía. Según la mecánica cuántica, es posible que todo el universo esté instalado sobre un falso vacío, es decir, un estado de energía que no es el más bajo posible, pero que se comporta como si lo fuera.
Imagina una pelota colocada sobre una superficie curvada, la cual está quieta, pero basta un mínimo impulso para que caiga a un nivel más profundo. Esa fuerza podría venir del propio azar cuántico, de una colisión entre partículas o incluso de algún proceso desconocido que active una reacción en cadena.
Si eso ocurriese, se formaría una burbuja de vacío verdadero, un lugar donde las leyes físicas cambian por completo y dejan de ser compatibles con las partículas, átomos y estructuras que componen la materia. Esa burbuja crecería a la velocidad de la luz y arrasaría todo lo que encuentre a su paso.
El campo de Higgs lo sostiene todo (y también podría acabar con todo)
Cabe señalar que de acuerdo con las últimas investigaciones se ha llegado a la conclusión de que el responsable del equilibrio inestable es el campo de Higgs, el cual está presente en todo el espacio y es lo que da masa a las partículas elementales.
En 2012 se confirmó la existencia del bosón de Higgs, y desde entonces los científicos se han dedicado a estudiar qué tan estable es este mecanismo, donde algunos modelos apuntan a que podría estar en un punto crítico.
Por ejemplo, si cambiara a un estado energético inferior, no sería como tirar un vaso al suelo, sino que sería como romper el suelo entero. Nada escaparía a esa transición, y el colapso implicaría la destrucción del espacio-tiempo, la disolución de las partículas, el colapso de la materia y la reconfiguración total de las fuerzas que rigen el universo.
Al final, no habría forma de saber que ha comenzado ni de sentir nada, porque el borde de la burbuja se movería tan rápido, a la velocidad de la luz o quizás más, que superaría cualquier señal de advertencia. En un instante, todo podría desaparecer tal como lo conocemos hoy.
El Big Bang podría haber sido un colapso anterior
Lo más desconcertante es que esta situación puede haber ocurrido antes, sobre todo porque hay teorías que sugieren que el Big Bang no fue el principio absoluto, sino el resultado de la destrucción de un universo anterior atrapado en un falso vacío.
Es importante destacar que lo que percibimos como el origen podría ser, en realidad, una consecuencia. Es decir, una cadena de universos naciendo unos de la caída de otros, como piezas que se reemplazan cuando dejan de funcionar.
Eso implicaría que este universo no es único ni definitivo, por lo que si colapsa, lo que venga después podría ser radicalmente distinto. Las leyes físicas no serían las mismas, las partículas podrían no formarse nunca o hacerlo de maneras incompatibles con la vida.
La física cuántica permite la aparición espontánea de este tipo de burbujas, las cuales podrían surgir en cualquier lugar del universo, en cualquier momento, y expandirse sin control. Si una de ellas apareció hace millones de años en una galaxia lejana, podría estar viajando ahora mismo.
Al final, esta posibilidad no es una amenaza segura ni una predicción, sino una consecuencia lógica de los modelos actuales. Los científicos no tienen respuestas definitivas, pero sí bastantes motivos para considerar que el universo podría tener una fecha de caducidad imposible de prever.
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Etiquetas: estudios