por ComputerHoy
16 de julio de 2025
El calor no da tregua y, aunque uses el aire acondicionado, es posible que no logres sentirte completamente cómodo durante el día. Por eso, mucha gente opta por añadir ventiladores en distintas estancias: uno en el salón, otro en el dormitorio, incluso en la cocina.
Sin embargo, antes de decidir qué modelo comprar, es vital conocer la recomendación de un experto en climatización. Según él, si buscas un aparato realmente eficaz para combatir el calor extremo, no vale la pena invertir en un ventilador normal; lo ideal es apostar por un circulador de aire.
Aunque este tipo de dispositivo todavía es poco común en muchos hogares, quienes lo prueban suelen quedarse con él. La diferencia es clara, especialmente si ya usas aire acondicionado y quieres distribuir el aire frío sin aumentar el consumo energético.
Cabe señalar que mientras que un ventilador solo mueve el aire caliente, el circulador cambia la sensación térmica en toda la habitación de forma más efectiva. Es por esta razón que el experto recomienda este dispositivo para hacer frente a los días más calurosos.
Qué es exactamente un circulador de aire y cómo funciona
A simple vista puede parecer un ventilador más, porque tiene hélices, carcasa, base… pero basta mirarlo de cerca para notar diferencias. La más clara es que la cabeza es más profunda. El circulador de aire está diseñado para generar un flujo en espiral que rebota en techos y paredes, cubriendo toda la estancia de forma envolvente.
En lugar de lanzar una ráfaga directa, como hace el ventilador, lo que consigue es mezclar el aire y repartirlo de forma homogénea.
Esto tiene una ventaja clave: no necesitas estar justo delante del aparato para notar el efecto, la habitación entera se refresca de forma progresiva y constante. Además, muchos modelos permiten orientar el flujo o incluso fijarlo para usarlo como ventilador convencional, lo que añade versatilidad.
Mientras el ventilador tradicional alivia el calor de forma puntual, el circulador de aire mejora la temperatura de fondo. Es como pasar de una brisa puntual a una corriente general que realmente transforma el ambiente de la habitación.
Según el experto, cuando las temperaturas son muy elevadas, un ventilador normal se queda corto. No porque no funcione, sino porque no llega a cubrir lo que realmente necesitas: que todo el aire se mueva, no solo una corriente directa hacia ti.
Si además estás usando un aire acondicionado, el ventilador apenas ayuda a distribuir el frío, puesto que lo agita un poco, pero no lo expande como sería deseable. El circulador de aire, en cambio, sí consigue ese efecto.
Cuándo y cómo se debe utilizar un circulador de aire
Este tipo de dispositivo tiene dos usos muy concretos. El primero es como complemento del aire acondicionado, si colocas un circulador cerca del split o la unidad de ventana, conseguirás que el aire frío llegue a todos los rincones. Especialmente útil en espacios grandes.
El segundo es usarlo de forma independiente, como harías con un ventilador normal. Puedes fijar la posición de la cabeza y apuntar el flujo directamente hacia donde estás. En este modo, genera un efecto refrescante similar al de un ventilador, pero con un aire algo más uniforme.
Algunos modelos oscilan de lado a lado, o incluso también de arriba a abajo, mientras que otros permiten ajustar la inclinación. Si lo colocas junto a una ventana abierta por la noche o delante de un cuenco con hielo, el efecto se multiplica. No enfría el aire, pero hace que se sienta mucho más fresco.
Además, no tienes que moverlo continuamente ni orientarlo a cada momento, basta con colocarlo bien para que cumpla su función sin más ajustes. Incluso puedes usarlo en invierno para redistribuir el aire caliente si lo colocas en zonas donde se acumula el calor.
Si aun así buscas más formas de refrescarte sin recurrir siempre a aparatos, hay algunos métodos caseros que puedes poner en práctica. Por ejemplo, colocar una toalla mojada detrás del ventilador. El agua al evaporarse enfría el aire que pasa a través del tejido y ayuda a bajar la sensación térmica.
Otro truco es aplicar una capa fina de yogur natural blanco sobre el cristal de las ventanas que dan hacia el exterior. Un experimento de la Universidad de Loughborough demostró que este método puede reflejar parte de la radiación solar y reducir ligeramente la temperatura interior.
Si estás pensando en comprar un ventilador para sobrevivir al verano, tal vez estés dejando pasar una opción mejor sin saberlo. Un circulador de aire, aunque menos conocido, puede marcar una gran diferencia para acabar con el calor en casa.
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Etiquetas: Consejos