por Hipertextual
11 de agosto de 2025
Los nuevos Galaxy Z Fold 7 y Z Flip 7 no fueron los únicos protagonistas del último Unpacked. Samsung también presentó un nuevo reloj inteligente que se divide en dos versiones muy diferenciadas: el Galaxy Watch 8 y el Galaxy Watch 8 Classic. En esencia, ambos smartwatches ofrecen una experiencia muy similar cuando hablamos de características, batería y rendimiento, centrando sus diferencias en el apartado estético. Ese apellido 'Classic' no es casualidad, se trata de un diseño mucho más tradicional para los amantes de los relojes de toda la vida.
De hecho, el Samsung Galaxy Watch 8 Classic es el que he podido probar durante las últimas semanas, con el objetivo de contarte cómo es, si merece la pena y cómo se sitúa en un mercado con cada vez más opciones interesantes. Ya te adelanto que no es fácil recomendarlo a primera vista, pues su precio alcanza los 529 euros.
El modelo normal es más barato, pero si quieres optar por esta versión Classic, el monto a pagar aumenta considerablemente. ¿Es mejor más allá del diseño más tradicional? Sí, dejando a un lado la estética, el Galaxy Watch 8 Classic tiene una batería más grande, el doble de almacenamiento (64 GB) y está fabricado en acero inoxidable en vez del aluminio del Watch 8.
Para rematar la jugada, Samsung también ha incluido un bisel giratorio que permite navegar por la interfaz sin tocar la pantalla, algo que no tiene el Watch 8 original. Ahora bien, si tienes una muñeca pequeña o quieres algo ligero, este Classic no es la mejor opción: pesa unos 64 gramos, casi el doble que el Galaxy Watch 8 de 44 mm.
Lo mejor del Samsung Galaxy Watch 8
El precio no es casualidad, Samsung ha lanzado dos relojes de gama alta que se consolidan como las opciones más avanzadas del momento. Cuentan con un rendimiento envidiable, pantallas de altísima calidad, un software cuidado al máximo, funciones de salud únicas y una medición de los deportes tan detallada que abruma.
Una de las cosas que más me gusta, y que ya es tradición en los Galaxy Watch, es el uso de WearOS como sistema operativo. Samsung personaliza un poco la interfaz y añade muchas funciones, pero la naturaleza de Google está presente para instalar apps de Play Store, tener una multitarea eficiente o disfrutar de una integración completa de Google Pay o Gemini sin recurrir a otros servicios.
La interfaz del reloj es intuitiva, está bien pensada, cuenta con una personalización bastante avanzada y todo se mueve a la perfección. Samsung le ha dado su toque personal al estilo One UI, integrando botones grandes y claros, widgets muy útiles y una disposición de todos los elementos a la que te acostumbras en un par de días.
Además, la soltura con la que se mueve este Galaxy Watch 8 es increíble. No tengo queja alguna al respecto: el Exynos W1000 junto con los 2 GB de RAM hacen que la interfaz vuele, que no haya ralentizaciones de ningún tipo y que la multitarea sea prácticamente instantánea. Una experiencia, por otro lado, que no sorprende en un reloj que supera los 500 euros.
La pantalla es otra de las grandes virtudes de este Galaxy Watch 8: es un panel Super AMOLED con cristal de zafiro y un brillo espectacular que llega hasta los 3.000 nits de pico en condiciones de luminosidad extrema. Además, su resolución es de 438 x 438 píxeles en un tamaño de 1,34 pulgadas, una densidad altísima que asegura que todo se ve a la perfección.
Ahora bien, en el tamaño de la pantalla está el punto más flaco del Watch 8. Bueno, más bien del Galaxy Watch 8 Classic, la versión que tengo en mi muñeca. A pesar de que es el modelo más grande, pesado y grueso de los 3 disponibles, cuenta con la pantalla más pequeña.
Por lo tanto, si te gusta este diseño tradicional, vas a tener que lidiar con el panel más pequeño de la generación a cambio de tener tres condicionantes importantes como son el peso, el grosor y el tamaño. Por supuesto, no se puede tener todo, y Samsung a cambio ha integrado un bisel giratorio que es una maravilla para navegar por la interfaz, paliando la necesidad de querer un panel un poco más grande.
Un sistema de deportes y salud espléndido
Uno de los detalles donde más cariño ha puesto Samsung es la gestión de la monitorización, tanto de la salud como del deporte. El Galaxy Watch 8 no solo tiene una cantidad inmensa de actividades que se pueden realizar, también ofrece información tan detallada que pueden abrumar a los menos dados en las métricas.
Parte de culpa la tienen los sensores: Samsung no ha escatimado en este sentido y ha incluido todo tipo de componentes para medir hasta el más mínimo detalle. Un buen ejemplo es el modo Carrera, un deporte que ofrece métricas como la distancia de zancada, la cadencia o la altura de elevación de cada pie entre los datos de ritmo cardiaco, distancia total y todo lo que viene siendo común.
A pesar de su aspecto tradicional, el Galaxy Watch 8 es un gran reloj para medir tus sesiones de entrenamiento, y uno de los smartwatches, junto con el OnePlus Watch 3, que más datos ofrece a la hora de monitorear cada sesión. De hecho, ambos compiten más bien en el nicho de opciones más profesionales como Suunto o Garmin.
¿Y qué hay de la salud? Bueno, tengo claro que Samsung ha vuelto a conseguir el mejor sistema de salud de todo WearOS. Los controles de cada métrica no solo son constantes, sino que tienen una precisión increíble a la hora de mostrar los datos en tiempo real. Además, la compañía ha tirado de IA para mejorar el monitoreo, realizando varias mediciones independientes y contrastándolas para determinar en qué estado de salud general te encuentras.
Para que te hagas una idea, el Galaxy Watch 8 puede medir la frecuencia cardiaca en tiempo real, la presión arterial, realizar un electrocardiograma, medir tu temperatura corporal o alertarte si detecta que tu sistema vascular tiene algún tipo de problema.
Puedo afirmar con rotundidad que es el reloj con WearOS más completo a la hora de monitorear la salud y el deporte. Ahora bien, muchos de estos datos son verdaderamente específicos, por lo que no todo el mundo les sacará provecho o los utilizará en su día a día como para plantearse la compra de un reloj de 500 euros.
La autonomía, el pilar pendiente de WearOS
No todo puede ser bueno, y la autonomía es un buen ejemplo en este caso concreto. A pesar de que la versión Classic cuenta con una batería más grande y una pantalla más pequeña, el reloj a duras penas consigue llegar a los dos días de uso cuando utilizas la pantalla siempre activa y monitoreas algo de deporte diariamente.
WearOS es un sistema bastante gastón, y Samsung no ha utilizado la técnica de OnePlus con el Watch 3 y sus dos sistemas operativos independientes. En el Galaxy Watch 8 WearOS 6 es el protagonista, y esto hace que la autonomía, si se compara con otros relojes caros del segmento, brille para mal.
No es un drama, pero debes tener en cuenta que si optas por este reloj, probablemente necesitas cargarlo todos los días para no tener que estar ahorrando batería para que no se apague durante el segundo día de uso.
Y, aunque no lo he probado, esta experiencia solo puede ir a peor en el modelo normal de 44 mm, pues la batería es más pequeña y la pantalla un poco más grande. Sabiendo que será el modelo más vendido de los tres disponibles, definitivamente es un reloj que va a tener que pasar por el cargador a diario.
Como digo, no es ningún drama, pero es posible que aquellos que estaban dispuestos a pagar 529 euros por un Galaxy Watch 8 esperasen otra experiencia en este apartado. Sobre todo, sabiendo que OnePlus es capaz de extender esta autonomía hasta los 3-4 días utilizando el mismo sistema operativo, una pantalla mucho más grande y un sistema de deportes y salud muy similar.
¿Recomiendo el Samsung Galaxy Watch 8?
⭐⭐⭐⭐
Puntuación: 4 de 5.Tengo sentimientos encontrados con este dispositivo. Por un lado, a nivel de hardware, monitorización y sistema operativo es de lo mejor que puedes comprar, pero por otro, he probado la versión Classic, un modelo demasiado pesado con un diseño muy de nicho y que no termina de convencerme.
La buena noticia es que el Galaxy Watch 8 estándar cuesta 100 euros menos, ofrece prácticamente todo lo que me ha gustado del Classic y mejora detalles como el tamaño de la pantalla, el peso o el grosor. El modelo normal está más cerca de competir con otras opciones del mercado, y aunque deba cargarse a diario, se consolida como una de las mejores opciones del segmento.
Ahora bien, no nada solo: tiene una competencia feroz por parte del OnePlus Watch 3 y en su propio catálogo con el Watch 7 del año pasado. Ambos relojes son más baratos, tienen un muy buen diseño, corren WearOS y cuentan con sistemas de monitorización muy avanzados. De hecho, la opción de OnePlus destroza a ambos en autonomía, un detalle a tener en cuenta si no quieres llevar el cargador a cuestas allá donde vayas.