5 de septiembre de 2025
A la hora de montar nuestra cocina ideal, hasta hace solo unos años la campana extractora era siempre un elemento esencial para acabar con los olores y la acumulación de grasa que se genera al cocinar. Ya fueran modelos a la vista con bonitos acabados metálicos o escondidos detrás del mueble sobre la encimera.
Sin embargo, poco a poco hemos ido viendo como hay una alternativa que ha ido cogiendo protagonismo, sobre todo cuando se hace una reforma integral de la cocina o se cambian los muebles: las placas de inducción con extractor de humos integrado.
Una tendencia que hemos podido comprobar está llegando a su apogeo esta temporada con las propuestas mostradas en la IFA 2025, feria donde las principales marcas tienen a este electrodoméstico como un básico ya en sus catálogos. ¿Por qué?, ¿qué aporta a nuestras cocinas, cuáles son sus ventajas e inconvenientes?
Extractor de humos integrado en la placa de cocina
La idea tras este electrodoméstico es sencilla pero potente: integrar en un mismo aparato las funciones de la placa de cocina y el extractor de humos. Para ello las placas suelen hacer un hueco en sus zonas centrales de forma que se insertan una serie de rendijas que dan paso al sistema de absorción y filtrado del aire.
El sistema promete así evitar que el humo tenga que ascender hasta llegar a la campana extractora, por lo que la cantidad de grasa que acumula en las paredes en teoría se reduce, dirigiéndose directamente hacia la rendija y activándose de forma automática en muchos modelos.
Además, el extractor integrado también hace la función de depósito de líquidos, pudiendo almacenar cualquier líquido que se nos haya derramado mientras cocinamos. También es común que tanto los filtros del extractor como el propio módulo se puedan lavar cómodamente en el lavavajillas, facilitando su mantenimiento y limpieza.
La incorporación de este tipo de placas de inducción con extractor permite ganar espacio extra sobre la encimera, puesto que no necesitamos el módulo de la campana extractora existiendo placas de varios tamaños, generalmente de 60, 70 y 80 centímetros de largo.
Menos ruido al cocinar. Gracias a que los motores de estos extractores integrados suelen ser mucho más silenciosos y eficientes que los que montan las clásicas campanas que además necesitan de más potencia de succión para superar la distancia desde la placa hasta su ubicación.
Otra ventaja es que conseguimos un diseño de la cocina más moderno, elegante y minimalista, estando pensadas para viviendas con la cocina abierta al comedor o al salón donde poner una campana sería complicado e incluso para distribuciones con islas o penínsulas.
Más caras que los modelos tradicionales. Es su principal desventaja, puesto que además los fabricantes suelen aprovechar para incluir en estos modelos las funciones más punteras y además como señalan desde Balay se requiere de una instalación algo más precisa.
Con o sin salida de aire al exterior
Dependiendo del fabricante y del modelo concreto de placa, tendremos la opción de instalarlas tanto con salida de aire al exterior como en recirculación, con o sin conductos.
Así podremos adaptarnos a las posibilidades reales de nuestra cocina, a si contamos con hueco para salida de humos o por el contrario necesitaremos filtrar el aire recogido por el extractor nosotros mismos.
Si optamos por la recirculación, el aire que entra en el extractor lleno de suciedad pasará por una serie de filtros de carbón activo que atraparán las partículas de grasa y olor y devolverán el aire limpio otra vez a la cocina a través de un conducto generalmente ubicado en la zona inferior del mueble.
Esto tiene la ventaja de que no necesitamos contar con salida de humos en la cocina, algo que en función del tipo de vivienda puede que fuera problemático, pero el inconveniente de que dichos filtros, además de mantenimiento, necesitan ser cambiados cada ciertos meses o años de uso, dependiendo del modelo.
No obstante, hay modelos cuyos filtros pueden "regenerase" usando el horno de casa, con vidas útiles de hasta 10 años. Pero para el resto, tener que cambiar los filtros de carbón activo en general implica un gasto adicional que conviene tener en cuenta y consultar antes de decidirnos a comprarla.
Si optamos por salida de aire al exterior el funcionamiento es similar al de una campana extractora tradicional, ya que el aire sucio sale a la calle pasando previamente por los filtros básicos de la placa, que esta vez no tienen por qué ser tan complejos como en el caso anterior.
Lo que se deberá tener en cuenta en este caso es la ubicación de la salida de aire al exterior de la cocina, con objeto de unirla con la salida del extractor a través de los conductos disponibles.
En definitiva, las placas de inducción con extractor integrado son una gran opción si lo que buscas es ahorrar espacio, obtener una cocina más silenciosa y deshacerte del mantenimiento de una campana extractora tradicional.
Eso sí, su principal desventaja es que deberemos prepararnos para pagar un precio más elevado, puesto que este tipo de placas suele tener precios que se sitúan entre los 1.000 y 2.500 euros.
Más información | Bosch | Balay
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La noticia
Las campanas de cocina han quedado obsoletas. Esta es la tendencia que se ha impuesto en la IFA 2025
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Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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