por Hipertextual
3 de julio de 2025
Viernes por la tarde. Me ducho, me visto y cojo el móvil para localizar a mis amigos. Compruebo si Patricia (la más tardona) ya ha salido de casa; si Álvaro (siempre llega antes de tiempo) ya está en el bar; o si Marc (suele ser puntual) ya está de camino. Salgo, y durante el trayecto me aseguro de que Marc ya está buscando aparcamiento, de que Álvaro no se ha movido, y de que Patricia también está llegando. Está a unas paradas de metro detrás, por lo que decido esperarla en la salida. Marc ha aparcado a unos cincuenta metros más adelante, así que andamos a paso ligero para alcanzarlo. Ya reunidos los tres, buscamos a Álvaro, que sigue en el sitio, para encontrarnos con él.
Desde mi ducha relajante escuchando el último disco de Aitana, hasta el momento en el que me siento en la mesa de la terraza del bar, no he hecho ninguna llamada, ni a Patricia, ni a Marc, ni a Álvaro. Tampoco les he enviado un mensaje por WhatsApp para preguntarles dónde están o cuánto les queda. He podido saber dónde están en todo momento mirando sus ubicaciones en tiempo real a través de la ubicación del iPhone.
Esta viene preinstalada en el iPhone, y te dice con exactitud dónde están las personas que has añadido previamente —obviamente, con la autorización de estas—. Puedes incluso marcar una ruta hacia ellos, o establecer avisos cuando salen o llegan a casa. Y por supuesto, ver la distancia en la que se encuentran respecto a tu ubicación del iPhone. Todo ello, durante las 24 horas del día.
Sí, podríamos decir que tengo a mis amigos controlados de forma permanente. También tengo a mi pareja y a mis hermanos. Y puede resultar muy tóxico saber dónde están cada uno de ellos en cualquier momento, pero lo cierto es que es una herramienta muy útil en muchos casos.
Es más común de lo que piensas
De hecho, no soy el único que tiene a gente en la app Buscar. Por supuesto, mis amigos me tienen a mí, y como yo, mucha gente tiene a sus amigos, familiares o a su pareja. Cientos de personas la utilizan a diario. Lo que a unos les puede parecer una herramienta creada para el mal, otros la ven como una solución efectiva para estar más en contacto con sus seres queridos. Sin embargo, hay quienes la llevan a un extremo.
Alfonso, un estudiante de ingeniería de desarrollo de videojuegos en la Universidad Rey Juan Carlos, cuenta a Hipertextual que tiene a más de 40 personas compartiendo sus respectivas ubicaciones. No todos son amigos muy cercanos. Por ende, más de 40 personas tienen su ubicación del iPhone. Asegura que no le preocupa, y que aunque a simple vista pueda parecer algo bastante intrusivo, no tiene nada que esconder. “¿Me importa que la gente sepa dónde estoy? No”.
Como él, muchos otros comparten la ubicación con gente con la que apenas han intercambiado interacciones en redes sociales. En X (Twitter), está lleno de personas que piden a sus mutuals o seguidores que los añadan al Buscar. La gente los llama “Sus Sims”, por la similitud que tiene el localizar un personaje y ver lo que está haciendo todo el tiempo en el juego.
Tener la ubicación del iPhone de la gente es un gesto de confianza, no al contrario
Si bien hay casos aislados, la mayoría de personas que comparten su ubicación del iPhone con otras, lo hacen como un gesto de total confianza. Es una demostración de que ese amigo o pareja es completamente transparente contigo, de que no necesita ocultarte algo tan banal como dónde está, y que puede contar contigo para cualquier cosa.
En mi caso, por ejemplo, solo añado a aquellas personas con las que tengo una relación de amistad muy forjada, y con las que hago planes constantemente. Lo hago por unos simples motivos.
Uno de ellos es para tener una mejor coordinación. Prueba de ello es cómo he empezado este artículo. Así, tengo decenas de ejemplos más. En vez de estar preguntando por grupos de WhatsApp, esperando a que alguien responda o haciendo llamadas, abro la app Buscar y miro si alguien ha salido de su casa.
Curiosamente, aunque haya una organización a través de WhatsApp, la aplicación buscar siempre tiene la última palabra. Marcos, un amigo de Alfonso, pone un ejemplo mientras conversamos sobre el tener la ubicación de amigos o familiares. Afirma que en el momento en el que le conteste y le diga: “ya salgo” cuando han quedado, va a mirar el Buscar para comprobar si, efectivamente, ya está de camino. “Es súper útil para calcular cuándo tengo que salir, porque además este [señala a otro de sus amigos], siempre dice “salgo” y el muy gilipollas sigue en su casa”.
La app Buscar también sirve para… buscar
Por supuesto, encontrar a la gente es otro de los motivos por los que muchos tienen a sus amigos en la aplicación Buscar. Es útil para localizar a personas cuando has quedado con alguien y no has acordado un punto en concreto, o si se ha perdido y no responde. O en eventos con mucha afluencia de personas, o simplemente para saber que ha llegado bien a casa.
“Si alguien se pierde de fiesta y no contesta o has quedado por la calle, abres el buscar y sabes dónde está”
Tener a la gente en la app Buscar también da una sensación de mayor cercanía, aunque ese amigo, familiar o pareja esté a cientos de kilómetros de distancia. La aplicación cuenta con un mapa que puede configurarse a diferentes vistas (incluida una de satélite) y hay una opción automática para ver la ubicación del iPhone en directo. Es decir, si la persona está en un trayecto en coche, es posible ver cómo esta se desplaza prácticamente en tiempo real.
Al mismo tiempo, y como parte de esa confianza, la aplicación Buscar abre la posibilidad de tener una mejor relación con amigos más cercanos; incluso puede dar pie a crear más planes o a conseguir que tus amigos más cercanos se unan a ellos.
Precisamente, en el momento en el que converso con Alfonso y sus amigos, uno de ellos abre la app Buscar para enseñarme a cuántas personas comparte la ubicación cuando se da cuenta de que otro de sus amigos anda por la zona. “Ay, avísale y que se venga, si está literalmente al lado”, dice Marcos. “Mira, si no hubiese tenido su ubicación, el pobre igual se iba a casa muerto del asco porque no tiene ningún plan”, comenta otro de sus amigos. Ese amigo que estaba al lado pasó olímpicamente de ellos y nunca llegó a aparecer.
Compartir la ubicación del iPhone es un arma de doble filo
Alfonso confiesa que tener a más de 40 personas en la aplicación Buscar es excesivo. Uno de sus amigos apenas tiene a unos cuantos de sus más cercanos. Y en mi caso, la lista de personas con las que comparto mi ubicación no alcanza las 10 personas, incluyendo a algunos de mis hermanos, mi pareja y mis amigos.
Y aunque la mayoría ofrece su ubicación del iPhone como una muestra de confianza, está quienes lo llevan a un extremo. Hay personas que son más celosas de su privacidad y que afirman que “es muy peligroso”. “Tampoco tienes la necesidad de mostrar dónde estás todo el rato”, opina uno de los amigos de Alfonso. “Todo depende, al final, del nivel de confianza que tengas con una persona. Si una pareja se comparte la ubi y son súper tóxicos, que lo hagan me parece horrible”, asegura.
Además, puede existir una adicción al estar controlando constantemente dónde están sus amigos, incluso aunque no sea necesario saber dónde están porque no han organizado ningún plan. Incluso se puede percibir como una forma de entretenimiento, una red social más con la que interactuar con las personas más cercanas. Marcos, de hecho, subraya que para él, el estar mirando dónde están los contactos que tiene en la app Buscar le parece divertido y una forma de matar el tiempo. “Yo cuando me aburro digo: a ver qué está haciendo esta gente”.
Esto puede crear situaciones de control excesivo, broncas por ver que un amigo ha salido de su casa cuando le ha dicho que no iba a salir, o discusiones porque parte de su grupo de amigos ha quedado sin él.
En cualquier caso, aquellos que usan la aplicación Buscar siempre pueden “pausar” su ubicación del iPhone rápidamente a través de un botón destinado para ello. Otros, optan por poner el móvil en ‘Modo avión’, que restringe toda conexión. O incluso existen técnicas más avanzadas, como marcar la ubicación de otro dispositivo de Apple, como el iPad.