por Xataka Móvil
3 de agosto de 2025
Como periodista de tecnología, estoy al tanto de los últimos lanzamientos de los diversos fabricantes de dispositivos. Ya sean smartphones, tablets, relojes y ahora gafas inteligentes, consiguen irremediablemente captar mi atención. Y eso, para mí, es un problemón: suelo abrir muy rápido la cartera. O más bien la cartera "virtual", vamos, lo que viene siendo meter el número de mi tarjeta de crédito.
Compréndeme. No me he hecho pobre comprando móviles, pero sí gasto más de lo necesario en pequeños accesorios y gadgets una vez "me entran por los ojos". Ojo que no solo en cosas tech, sino en cualquier tontería que me anuncia Amazon o Aliexpress. Por ello, me dispuse a ceder el control de mis gastos innecesarios a Gemini, la IA de Google. Es algo así como un Pepito Grillo financiero y no me arrepiento. No porque se vaya a quedar como barrera anti-compras, sino por las sensaciones que me llevo.
Las reglas del juego

Durante estas dos semanas, el experimento parte de una premisa inicial: antes de comprar cualquier cosa que no fuera estrictamente necesaria (comida, facturas...) tenía que consultarlo primero con Gemini. ¿Cómo lo hago? Ya sea en mi Android o en el PC, tengo acceso al chatbot de Google vía web o vía app.
La metodología que he seguido es sencilla: usar diferentes prompts dependiendo del momento en el que esté. Un asterisco importante: pensé en crear un Gem (algo así como un chatbot especializado) pero por el momento siguen sin funcionar en la app para Android, así que simplemente converso con Gemini en un mismo chat para que recuerde todo.
Otro apunte sobre Gemini. En este caso, contrariamente a como hice cuando le delegué organizar mi vida diaria, preferí emplear el modelo 2.5 Flash para unas respuestas más rápidas. Dado que los prompts no requerirían demasiado razonamiento ni análisis, creo que hice bien.
- Diagnóstico inicial: "Hola Gemini. Quiero dejar de gastar dinero en chorradas. Estas han sido mis últimas 10 compras impulsivas: [lista de mis compras]. Analiza estos datos y dime si ves algún patrón en mis hábitos (¿qué tipo de productos son, a qué horas compro, qué crees que lo desencadena?)".
Este prompt solo lo introducí cuando empecé la nueva conversación con Gemini. La IA lo ha memorizado bien y suele aludir a mis ultimas compras compulsivas cuando voy haciéndole consultas.
- Punto de vista contrario: "Quiero comprar esto. Cuesta XX euros. Teniendo en cuenta mi objetivo de ahorrar, dame tres razones argumentadas por las que NO debería comprarlo".

Forzarme a ver el punto de vista contrario me ayuda mucho. Me sorprende lo bien que Gemini encuentra motivos para no comprar. Es algo así como mi "conciencia financiera" sin apenas esfuerzo.
- Coste real (lo más doloroso): "Este producto cuesta XX euros. Si mi sueldo mensual neto es de [cantidad aproximada], ¿cuántas horas de mi trabajo necesito para pagarlo?".
De esta manera, traduzco un precio abstracto a algo muy tangible y personal: mi tiempo de vida. Es un freno psicológico bastante potente, al menos para mí.
- Búsqueda de alternativas: "Me apetece comprar [nombre del producto]. Búscame alternativas más baratas o formas de conseguir el mismo resultado sin gastar dinero (por ejemplo, tutoriales para hacerlo yo mismo, alternativas de código abierto si es software, o si está disponible en bibliotecas si es un libro)".
El objetivo es encontrar alternativas para comprobar si mi deseo se puede satisfacer de una forma más económica o incluso gratuita. Puede que algo que pienso que necesito, lo tenga ya.

- Enfriamiento: "Añade este producto a mi 'lista de deseos impulsivos' y créame un recordatorio para que vuelva a pensar en si de verdad lo necesito dentro de 72 horas".
Que la emoción se enfríe es, a veces, el mejor método para evitar compras sin sentido. Y en estas, Gemini es una gran herramienta para aplicar esa regla de oro. El recordatorio, ahora posible con las acciones programadas, es totalmente clave.
Los aciertos: cuando la IA es un freno eficaz
Puede que me comprendas: un reel de Instagram, un anuncio en una web, un correo con una oferta... y ya he caído en la trampa. Y antes de que esa compra acabe en un cajón cogiendo polvo, he descubierto de que Gemini consigue dar en el clavo.
Empezando por un simple hecho: tener que parar, abrir la app, escribir el prompt y esperar la respuestas ya es una potente barrera. Esa pausa rompe el ciclo instantáneo de "ver-querer-comprar".

Aunque el mayor impedimento a mis compras impulsivas es, sin duda, el baño de realidad (cuando me toca conocer el coste en horas de trabajo). Justo hace unos días terminé abandonando la idea de comprar un Pixel 9 en una oferta que rozaba precio de mínimo histórico. Gemini me dijo que el teléfono de Google me costaría más de 100 horas de trabajo (eso es bastante más de medio mes). Suficiente para dejarlo.
En el caso de las alternativas, no siempre acierta o me da una buena idea, pero en ocasiones es capaz de ofrecer soluciones: por ejemplo, quería comprar un Xiaomi TV Box para mi nuevo televisor 4K. En su lugar, me dio una idea bastante eficaz: usar un viejo ordenador como centro multimedia o mismamente una Raspberry Pi. Mala suerte de que la mía es antigua y no alcanza esa resolución...
Y lo no tan bueno

Aunque no todo funciona tan bien con Gemini como ese freno ante compras compulsivas. Las respuestas genéricas y, sobre todo, predecibles, abundan mucho: "considera tu presupuesto", "ahorrar dinero es importante", "sí, justo por eso estoy hablando contigo", pienso.
De igual manera, la IA sigue siendo incapaz de entender el valor emocional de las cosas. Gemini, como otro chatbot cualquiera, es puramente lógico. Cuando valoré la compra de una figura de mi anime favorito, como capricho, fue incapaz de valorar ese componente emocional, recomendando siempre una postura austera.
Y no puedo negar que mantener esta disciplina posible compra - hablar con Gemini fue difícil. Hubo momentos de tentación en los que casi hago una compra sin consultar, porque el proceso, a veces, se hace pesado y rompe esa "magia" de comprar en un primer instante.
Mi decisión final: despedir a Gemini como barrera a las compras compulsivas. La experiencia fue bastante exitosa, no tanto por la brillantez de las respuestas de la IA, sino por algo mucho más sutil. El verdadero poder de este método no reside en la inteligencia de Gemini, lo hace en el hecho de introducir una pausa de reflexión en el proceso. Es importante para mí, dado que las compras impulsivas, suelen ser emocionales e instantáneas.
Pero Gemini no va a solucionar la curiosidad que me genera el cacharreo o el enésimo gadget de Temu. Ha sido una herramienta eficaz para hacerme más consciente de mis hábitos, algo así como un espejo que me obligaba a preguntarme antes de cada "chorrada": ¿de verdad lo necesito? Solo por eso ya ha merecido la pena esta experiencia. Eso sí, no depositaré mis intentos de alejarme de gastos innecesarios en la IA, lo verdaderamente importante será tener fuerza de voluntad para no hacer clic y que el dinero vuele, porque, literalmente, vuela.
En Xataka Android | He convertido a Gemini en mi telediario personal. Ahora es mi nuevo feed de actualidad
-
La noticia
Llevo unas semanas usando Gemini para que me ayude a no gastar dinero en chorradas. Funcionó por algo muy simple
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Pepu Ricca
.