por ComputerHoy
13 de agosto de 2025
El embalse de Alcollarín, en la provincia de Cáceres, estaba prácticamente al máximo nivel con 50 hectómetros cúbicos, 50.000 millones de litros. La situación ha cambiado drásticamente cuando el Ministerio para la Transición Ecológica decidió realizar un vaciado total del embalse, ha terminado siendo un desastre natural.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana dio luz verde a este proyecto, el objetivo oficial era acabar con la presencia de Pseudorasbora parva, un pez originario de China que se había asentado en sus aguas durante años.
Este animal ha pasado a convertirse en una especie invasora. El Pseudorasbora parva había colonizado con el tiempo el propio río Alcollarín y empezaba a infectar el Ruecas y el Guadiana.
Una decisión con consecuencias muy criticadas
La operación tuvo un coste de más de 700.000 euros, según los propios vecinos. Los habitantes de la zona aseguran que se realizó de manera "precipitada" y "sin las medidas necesarias para garantizar su eficacia".
Paco Castañares, vecino de la zona, ha criticado esta situación en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok. Las redes sociales no han tardado en hacerse eco de una situación que es más que insólita.
"El vaciado se ha hecho tan mal que lo único que han conseguido es liberar a cientos de miles de ejemplares hacia aguas abajo, agravando el problema en lugar de resolverlo", lamenta Castañares en el vídeo.
El plan original era instalar redes para capturar a los peces invasores a medida que reducían el nivel de agua del embalse, pero el sistema ha fallado. Los dispositivos se desbordaron y miles de ejemplares han escapado sin control expandiéndose a lo largo del cauce del río Alcollarín, incluso han alcanzado el Ruecas y el Guadiana.
Paco Castañares no duda en calificar esta situación como un desastre medioambiental mientras muestra a cámara las consecuencias del vaciado fallido del embalse de Cáceres. El embalse tiene una capa de peces muertos, no solo de la especie invasora, en proceso de descomposición. El olor llega hasta Alcollarín, una situación que se agrava los días de viento.
Los vecinos reclaman consecuencias legales
Las localidades de Alcollarín y Zorita concentran el mayor número de quejas. "A la inundación de sus tierras cuando construyeron el embalse se suma ahora la privación de su derecho a pescar en sus aguas y al creciente turismo de observación de aves acuáticas que se habían asentado y que ahora ha desaparecido", explica Paco Castañares.
Algunos vecinos reclaman que la Junta de Extremadura active programas de repoblación de las especies autóctonas cuando se vuelva a rellenar el embalse, otros se preguntan "dónde están los ecologistas" ante lo que han definido como un atentado medioambiental.
Castañares advierte que podría haber consecuencias legales con multas millonarias para los organismos detrás de este incidente. La Ley de Conservación de la Naturaleza prohíbe el uso de métodos masivos como el vaciado de un embalse para la captura o eliminación de especies invasoras.
"No sé si habrá un método más masivo, menos selectivo y más destructivo que este", comenta un usuario en la red social. "Es el ejemplo perfecto de cómo una gestión deficiente puede transformar un problema localizado en una catástrofe ambiental a gran escala", según Castañares.
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